Archivo - El presidente de Chipre, Nikos Christodoulides - Gaetan Claessens/European Counci / DPA - Archivo
MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, ha respondido a las amenazas vertidas este miércoles por el líder supremo del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, diciendo que son "parte de la solución y no del problema", en el marco del corredor humanitario para la entrega de ayuda a la población de la Franja de Gaza.
"Chipre no participa en ningún conflicto militar y se posiciona como parte de la solución y no como el problema", destacando que su papel como facilitador humanitario es "reconocido globalmente y particularmente en el mundo árabe", según declaraciones recogidas por el periódico 'Cyprus Mail'.
Christodoulides ha sostenido que su corredor humanitario "es un testimonio" de su compromiso "con la paz y la estabilidad". "Las acciones de Chipre son transparentes y demuestran nuestro compromiso de ser parte de la solución", ha remarcado.
Estos comentarios tienen lugar después de que Nasralá advirtiera de que Israel "lleva a cabo operaciones en Chipre todos los años" y no dudará en hacer uso de la infraestructura chipriota en caso de una guerra contra la milicia.
"Sabe que la resistencia les atacará. En ese momento nos consideraremos en estado de guerra con Chipre", ha dicho, antes de agregar que "abrir aeropuertos y bases chipriotas al enemigo israelí para atacar Líbano significaría que el Gobierno chipriota es parte de la guerra".
El líder chipriota ha reconocido que estas declaraciones de Nasralá son preocupantes, pero ha negado que sugirieran su participación en operaciones militares: "Estas declaraciones no son agradables pero no reflejan la realidad. No participamos en ningún compromiso militar", ha asegurado.
Además, ha confirmado que Nicosia tiene canales diplomáticos abiertos tanto con el Gobierno libanés como con el de Irán, que respalda a este grupo que cuenta con un importante peso político en Líbano. Con todo, ha concluido que su Ejecutivo abordará el tema a través de los canales diplomáticos.
El Ejército israelí y Hezbolá --respaldado por Irán y que cuenta con un importante peso político en Líbano-- mantienen una serie de enfrentamientos desde el 8 de octubre, un día después de los ataques perpetrados por Hamás y otras facciones palestinas. Desde entonces, las autoridades gazatíes, controladas por el grupo islamista, han notificado la muerte de cerca de 37.400 palestinos.
Las tensiones han ido al alza durante las últimas semanas y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió recientemente de que el Ejército israelí "está preparado para una acción muy poderosa" en la frontera con Líbano. En respuesta, el 'número dos' de Hezbolá, Naim Qassem, advirtió de que una expansión del conflicto derivaría en "devastación y destrucción" en Israel. Nasralá se ha opuesto a una posible "guerra total" aunque ha recomendado a Israel a "permanecer preparado" en el norte del país.