MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Comité Internacional de Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, ha reclamado este lunes "voluntad política" a los países para garantizar el cumplimiento del Derecho Humanitario en un contexto de crecientes conflictos armados ya que, de lo contrario, "los efectos de la guerra serán aún más devastadores".
Maurer ha expresado su pesar por la gran cantidad de declaraciones políticas, como las realizadas en la cumbre humanitaria que se celebró en Estambul hace un año, en defensa del Derecho Humanitario que "cuando comienza una guerra se olvidan" y se traducen en víctimas civiles.
El jefe del CICR ha denunciado, en particular, los ataques contra hospitales, que, en contra de lo que dicta el Derecho Humanitario, "se han convertido en un objetivo prioritario". Maurer ha indicado que tienen un enorme impacto porque no solo privan a la población civil de asistencia médica, sino que acaban con el sistema sanitario de los países.
"En el CICR no creemos que el Derecho Humanitario no se conozca, se conoce", porque cuando hablamos con cargos militares y con grupos armados al margen del Estado "todos conocen la ley" y saben con qué ataques se está violando, ha afirmado, en un coloquio organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID) en Casa América.
El problema, según Maurer, es que cada vez más se impone la máxima de "ganar la guerra a cualquier precio", por lo que la única respuesta capaz de revertir la tendencia es de naturaleza política, la misma que guía la actuación de las tropas sobre el terreno.
"Las bonitas palabras" que los gobiernos hacen en sus declaraciones políticas "no tienen traducción a la realidad" y mientras esto siga siendo así "los efectos de la guerra serán aún más devastadores que en el pasado", ha advertido el líder de la organización humanitaria.
VENTA DE ARMAS
En concreto, Maurer ha criticado a quienes abogan por el Derecho Humanitario y al mismo tiempo "firman contratos de venta de armas y animan a sus aliados a seguir con la guerra". En su opinión, son "mensajes contradictorios" entre los que se debe elegir.
Interrogado sobre este tema, el secretario de Estado de Cooperación y para Iberoamérica, Fernando García Casas, ha recordado que en el caso de España hay "una junta de exportación de armas que decide qué tipo de armas y a qué países se exportan". "Y que entiendo que es fiable", ha remachado.
García Casas ha sostenido que "el compromiso humanitario es una política de Estado" para España, que ha definido como "una firme defensora del respeto al Derecho Humanitario", lo que ha permitido que se consolide como "una potencia media" en este ámbito.
No obstante, el secretario de Estado ha reconocido que en materia presupuestaria "la situación no es satisfactoria", aunque "los recursos de los que disponemos intentamos usarlos con la mayor eficacia posible", por que lo que ha prometido "ir aumentando los presupuestos de ayuda humanitaria".
SIN "CREDIBILIDAD"
Maurer también ha dirigido sus reproches contra el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, ya que al menos diez de sus quince miembros "son miembros de alianzas militares que son responsables de acciones militares" que vulneran las Convenciones de Ginebra y sus protocolos.
Maurer ha considerado que así las cosas la comunidad internacional debe hacer "un gran esfuerzo" para recuperar su "credibilidad", si bien ha admitido que "será un gran reto" debido a la "alta volatilidad" de las relaciones internacionales y a la incapacidad de las grandes potencias para buscar consensos.
En consecuencia, ha augurado "más conflictos armados en los próximos diez o 20 años" y, como ejemplo, ha recordado que el CICR, "una organización pensada para acciones de emergencia", tiene una presencia media de más de 30 años en sus intervenciones. "Eso ya no es una emergencia", ha lamentado.