KIRKUK (IRAK), 24 (Reuters/EP)
Al menos cien miembros del grupo terrorista Estado Islámico participaron el viernes en la cadena de ataques lanzada sobre la ciudad de Kirkuk, con la que la milicia suní trató de responder a la ofensiva registrada en los días anteriores en los alrededores de Mosul, su principal bastión en el país árabe.
Los yihadistas se aprovisionaron de ametralladoras, lanzagranadas y chalecos cargados con explosivos para lanzar una acción coordinada que concluyó, según las autoridades, con más de 150 muertos. De estas víctimas, 99 han sido identificadas como civiles o miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que otras 63 serían milicianos.
"Estado Islámico está al mando", proclamaban los altavoces de varias mezquitas en mitad de una operación que ha pillado a muchos por sorpresa. No en vano, pone de manifiesto la capacidad del grupo de seguir amenazando la seguridad de Irak al margen de que pueda caer Mosul.
"Nos sorprende que fuese tan fácil para ellos", ha reconocido un portavoz de los servicios de Inteligencia kurdos, Ranj Talabani. Los testimonios recabados por la agencia Reuters y que incluyen desde civiles hasta uniformados demuestran que se trató de una operación bien preparada y respaldada desde dentro de Kirkuk con células durmientes.
Un vídeo localizado en el teléfono móvil de uno de los milicianos muestra imágenes de distintos objetivos dentro de Kirkuk, lo que demuestra "mucha preparación", en opinión del exministro del Interior Hoshiyar Zebari.
El director de una fuerza de seguridad kurda (Asayesh), Halo Najat Hamza, también ha reconocido la capacidad de los asaltantes: "Son los combatientes más profesionales que he visto desde 2003". En este sentido, las fuentes hablan de milicianos entrenados para el combate urbano y con capacidad para ocultarse o huir.
Una de las autoridades citadas por Reuters ha admitido que todavía están persiguiendo a los autores. El domingo por la tarde, dos días y medio después del inicio del ataque, dos francotiradores detonaron sus cinturones explosivos durante un tiroteo en una escuela de Kirkuk.
COORDINACIÓN
La operación comenzó a las 3.00 horas del viernes, cuando los yihadistas llegaron a bordo de camionetas a la zona sur de la ciudad. El grupo rápidamente se redistribuyó en bloques de cinco personas que comenzaron a avanzar a pie, con la base de los Asayesh y una comisaría de Policía como primeros objetivos.
"Parecían salvajes", ha afirmado Hamza, que ha descrito a los atacantes como hombres con largas barbas y atuendo típico afgano, si bien no se han localizado documentos que puedan acreditar el origen de los asaltantes.
A las 4.00 horas del viernes, dos equipos de francotiradores llegaron al centro de la ciudad y se subieron a las azoteas de dos hoteles, ambos cerrados por obras. Su objetivo se situaba a sólo unos cientos de metros de distancia: el edificio gubernamental de Kirkuk.
Aproximadamente a la misma hora, otros milicianos tomaban dos casas en un barrio adyacente y obligaban a salir a sus ocupantes, no sin antes pedirles las llaves de los coches para tratar de erigir nuevas bases de operaciones.
Hamza ha apuntado que objetivo de Estado Islámico era "crear caos" en Kirkuk, quizás pensando que de esta forma se reduciría el número de combatientes que iban a ser enviados a la batalla de Mosul. Una fuente diplomática occidental ha confirmado que hasta 3.000 peshmerga fueron llamados desde Erbil y Suleimaniya, así como ataques aéreos por parte de la coalición que lidera Estados Unidos.
Incluso con los refuerzos ya en Kirkuk, los fuertes combates aún se prolongaron varias horas más. Los enfrentamientos en el edificio de Asayesh, por ejemplo, se prolongaron hasta las 17.00 del viernes, unas 14 horas después de su inicio.