BELGRADO 5 Oct. (Reuters/EP) -
Unos 200 refugiados han marchado este miércoles hacia la frontera con Hungría desde Serbia para protestar contra las malas condiciones que sufren en los campos de refugiados y para demandar al Gobierno húngaro que les permita entrar en territorio de la Unión Europea.
Un grupo de 300 inmigrantes, en su mayoría refugiados procedentes de Afganistán y Pakistán que huyen de la violencia y la pobreza en su país, comenzaron el martes una marcha de protesta en la que recorrerán los 200 kilómetros que hay desde la capital serbia, Belgrado, hasta la frontera con Hungría, donde tienen la esperanza de poder entrar dentro de la zona Schengen de libre circulación europea.
La noche del martes al miércoles, las fuertes lluvias obligaron a gran parte de los inmigrantes que salieron hacia Hungría el martes a volver a Belgrado, mientras que el resto han pasado la noche concentrados en una gasolinera a las afueras de la ciudad de Indjija, a unos 50 kilómetros al norte de Belgrado, bajo supervisión policial.
Los solicitantes de asilo denuncian que los campos de refugiados serbios, que sólo tienen espacio para unas 4.500 personas, son inhabitables para los más de 7.000 inmigrantes que se encuentran atrapados en Serbia después de que Hungría cerrase por completo su frontera.
"Nosotros solicitamos asilo aquí, para poder quedarnos, pero todos los campos están llenos", ha explicado Ahmad, un refugiado afgano procedente de Kabul. "Estábamos durmiendo en parques y debajo de puentes. No tenemos asistencia sanitaria, ni comida, nada", ha añadido.
El número de refugiados que hay en Serbia se ha reducido significativamente en el último año, ya que en 2015 se produjo una importante oleada de refugiados procedentes de Oriente Próximo en un intento de huir de la guerra y la violencia en la región. No obstante, el número de solicitantes de asilo que llegan al país porque no tienen otra alternativa dentro de Europa está aumentado en Serbia.
Las autoridades han aumentado el número de controles de seguridad a lo largo de la frontera meridional de Serbia, pero los inmigrantes continúan llegando. Este miércoles, el Ministerio del Interior serbio ha informado de que la Policía ha encontrado a 71 inmigrantes ilegales en la ciudad de Zajecar, en el este del país.
En Indjija, varios trabajadores humanitarios han repartido mantas a los manifestantes, y un panadero local les ha dado sándwiches y dulces. El grupo de inmigrantes había solicitado autobuses para llegar a la frontera húngara, pero el Comisario para los Refugiados Húngaro, Ivan Gerginov, se negó a proporcionarles ninguna asistencia en su protesta.