LONDRES, 24 May. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Cientos de migrantes duermen en la calle y en condiciones "desastrosas" en el norte de Francia, sin tiendas ni acceso a agua, después de que el campamento de Grande-Synthe, cerca de Dunkerque, quedase destruido en su mayor parte por un incendio desatado el mes pasado.
"Estas personas están en la calle, con sólo un manta para dormir, sin baños ni ducha", ha lamentado una portavoz de la ONG L'Auberge des Migrants, Maya Konforti. Asimismo, ha denunciado el "constante acoso" que sufren estas personas, así como los cooperantes que intentan ayudarlas.
"Todo está hecho para evitar que los refugiados se queden aquí", ha denunciado en declaraciones telefónicas a la Thomson Reuters Foundation.
El campamento de Grande-Synthe albergaba a una de las mayores comunidades de migrantes que esperan dar el salto desde Francia a Reino Unido desde que en octubre se cerró la 'Jungla' de Calais. Aunque las autoridades han asegurado que ha realojado a la mayoría de las más de 1.100 personas que residían en este campamento, cientos siguen en la zona y dependen de las ONG para sobrevivir.
Konforti ha cifrado en más de mil quienes siguen en la zona norte de Francia, 600 de los cuales continúan en los alrededores de Calais a la espera de cruzar a territorio británico. Su ONG distribuye cada día unas mil comidas sólo en Calais y estima que, de cara a los próximos meses, aumentará el número de personas con necesidades.
Un portavoz de las autoridades regionales, sin embargo, ha asegurado que la cifra de migrantes en Calais es menor a los cálculos de L'Auberge des Migrants y ha confirmado entre 250 y 300 personas.