ZÚRICH, 31 Ago. (Reuters/EP) -
Cientos de migrantes provenientes de Hungría han llegado este lunes a la estación de tren del este de Viena, Westbahnhof, y se han apresurado a tomar los siguientes trenes con rumbo a Alemania.
Felices y aliviados, los migrantes han cantado: "Alemania, Alemania" mientras que los voluntarios les repartían frutas y botellas de agua ante la mirada de la Policía. "¿Dónde van todos? ¿Qué se supone que debemos hacer?", ha comentado un agente de las fuerzas de seguridad a otro.
Los inmigrantes y solicitantes de asilo recibieron este lunes permiso para subir a trenes en la estación de Budapest-Keleti con destino a otros países, según han indicado policías y los propios inmigrantes y refugiados.
Mientras las autoridades austriacas han frenado en la frontera con Hungría los primeros trenes con refugiados que habían partido desde el país vecino rumbo a Austria y a Alemania, en un intento por verificar la documentación de los pasajeros para comprobar si ya habían pedido asilo.
El resto, ha añadido un portavoz de la Policía de Viena, podrán pasar hasta dos semanas en territorio austriaco para decidir si solicitan asilo. Aquellos que no lo hagan serán devueltos a su último país de tránsito conocido.
La ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, ha aclarado que los controles que se están realizando en la frontera de Austria no son los clásicos controles fronterizos. "No estamos violando Schengen", ha asegurado.
Previamente, Mikl-Leitner había anunciado un endurecimiento de los controles en la frontera oriental, después de que 71 refugiados fueran hallados muertos en el interior de un camión abandonado en una autovía austríaca la semana pasada tras atravesar Hungría. La Policía húngara informó el domingo de que se ha detenido a un quinto sospechoso en relación con el incidente.