BANGUI, 4 Nov. (Reuters/EP) -
Cientos de personas han marchado este miércoles por la capital de República Centroafricana (RCA), Bangui, un acto en el que han participado miembros del consejo de transición del país para reclamar el rearme del Ejército, según un testigo de Reuters.
La marcha ha estado vigilada por fuerzas de seguridad y fuerzas de paz de la ONU y es la última señal de presión para la restauración del Ejército, que fue marginado cuando una mayoría de rebeldes musulmanes del grupo Seleka dieron un golpe de estado en 2013.
La presidenta interina, Catherine Samba-Panza, reclamó el lunes a la ONU que devolviera las armas confiscadas al Ejército para permitir que ayude a mantener la paz. Samba-Panza ocupa el puesto la Presidencia desde enero de 2014 cuando Séléka dejó el poder debido a la presión internacional.
También ha dicho que las fuerzas de paz de la ONU han fallado en su misión de acabar con la violencia y ha hecho un llamamiento a Naciones Unidas y a la Tribunal Penal Internacional (TPI) para sancionar a los líderes políticos que haya tras los disturbios.
Alrededor de 90 personas han muerto en la capital desde finales de septiembre por ataques, la mayoría llevados a cabo por milicias musulmanas y cristianas. Los disturbios han contribuido a la decisión de las autoridades de retrasar las elecciones presidenciales y parlamentarias al 13 de diciembre, si bien podrían volver a ser aplazadas en caso de que continuase la violencia.
La violencia ha llevado al Papa Francisco a insinuar que podría cancelar su viaje a Bangui, programado para el 28 y 29 de noviembre.
RCA está sumido en el caos desde 2013, cuando la alianza musulmana Séléka tomó el poder. A su salida del Gobierno, las milicias cristianas 'anti balaka' emprendieron una ofensiva para vengar la persecución sufrida durante el breve mandato musulmán, desatando una ola de violencia religiosa que aún continúa.
Casi 400.000 personas han huido a otras zonas del país durante el conflicto sectario, mientras que otras 440.000 han buscado refugio en los estados vecinos, según un informe reciente de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).