El cierre de unas 2.000 escuelas en Burkina Faso, Malí y Níger afecta a unos 400.000 niños
MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La creciente inseguridad a que se enfrentan los países del Sahel ha hecho que se dupliquen el número de escuelas que se han visto obligadas a cerrar o han dejado de estar operativas en los dos últimos, según ha denunciado el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), lo cual está teniendo un impacto directo en la educación de los niños.
Según la agencia de la ONU, unas 2.000 escuelas en Burkina Faso, Malí y Níger están cerradas debido a las amenazas contra el personal educativo, los ataques contra las mismas y el uso de los centros con fines militares. Como resultado, unos 400.000 niños no pueden ir a la escuela y más de 10.000 profesores no pueden trabajar o se han visto desplazados por la violencia, ha precisado en un comunicado.
"Los ataques directos contra las escuelas, los profesores y los propios escolares, y la ocupación militar de lugares de enseñanza son graves violaciones de los derechos de los niños", ha defendido la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
"Cuando los niños se pierden la escuela, especialmente en tiempos de conflicto, no solo son incapaces de aprender las capacidades que necesitan para construir comunidades prósperas y pacíficas" sino que "también se convierten en vulnerables a terribles formas de explotación, incluidos abusos sexuales y reclutamiento forzoso por grupos armados", ha alertado.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para la Educación Mundial, Gordon Brown, ha lamentado que las escuelas solían ser "refugios para aprender" en los países en conflicto pero "demasiado a menudo se convierten en lugares de violencia". "Nuestro objetivo debe ser que toda escuela sea una escuela segura, ha defendido.
El antiguo primer ministro británico ha asegurado que se permitirá que "los años escolares de los niños sean definidos por clases vacías, patios silenciosos y violencia perpetua, años en los que la esperanza muere entre quienes viven".
Así las cosas, ha prevenido que para alcanzar el objetivo de educación universal para 2030 hará falta "garantizar el derecho a la educación" a los 75 millones de niños cuyo aprendizaje se ha visto perturbado por conflictos o crisis, "incluidos los atrapados trágicamente en el caos del Sahel".
PROGRAMA DE RADIO
Para paliar el problema, UNICEF tiene en marcha un proyecto junto a los gobiernos de Burkina Faso, Camerún y Níger de un programa de radio educativo que ofrece una plataforma de aprendizaje alternativa para los niños y jóvenes afectados por crisis.
Así, se emiten clases de matemáticas y lengua en francés y varias lenguas nacionales y el programa también se está ampliando a otros países como República Centroafricana, Guinea Bissau, Sierra Leona y República Democrática del Congo.
Además, UNICEF trabaja con socios en el terreno para poner en marcha medidas que salvaguarden la educación como ofrecer herramientas a los profesores que trabajan en lugares muy inseguros y apoyo psicosocial y atención a para escolares que sufren el impacto emocional de la violencia.
"En un momento en el que el Sahel se está enfrentando a crecientes amenazas de violencia, no debemos olvidar que la educación es un derecho del niño y una potente fuerza para la paz", ha recalcado Fore.
En el Sahel operan varias organizaciones terroristas, siendo especialmente reseñable la presencia de Al Qaeda, a través de sus filiales como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) o el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM, integrado por cuatro organizaciones entre las que figura la filial en el Sáhara de Al Qaeda), y de Estado Islámico, que cuenta también con 'provincias' en la región, pero a las que también hay que añadir grupos locales.