IDOMENI (GRECIA), 26 (Reuters/EP)
Zhino Hasan, una joven de 17 años nacida en Irak, ha pasado la mayor parte de este viernes esperando sola y en silencio junto a su silla de ruedas para tratar de cruzar la frontera que separa Grecia de Macedonia y seguir su camino hacia Alemania.
La familia Hasan, kurdos y naturales de Kirkuk, forman parte de los 20.000 inmigrantes y refugiados que se han quedado atrapados por los sucesivos cierres fronterizos en la zona este de Europa.
El padre de Zhino, Sarkawt, llevó a la joven a primera hora del viernes junto a la valla con la esperanza de tener acceso prioritario una vez se reabra la frontera. "Queremos llegar a Alemania", ha explicado el hombre, que arribó junto a su familia hace ocho días a la isla griega de Lesbos.
Sarkawt Hasan ha implorado al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, y a la Unión Europea que presionen para "abrir las fronteras", de tal forma que pueda permitirse un acceso superior a las 580 personas por día contemplado actualmente en distintos países de la zona.
"Mi hija necesita ayuda. No sabemos qué hacer", ha lamentado. Zhino sufre una grave discapacidad y no puede hablar. Cuando este viernes comenzó a llover, su familia cubrió su cuerpo con bolsas de plástico mientras su padre, en vano, pedía cada cierto tiempo a la Policía macedonia que abriese la puerta.