El número de personas que abandonan sus hogares crece un 22 por ciento desde junio
MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
Más de 700.000 personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la creciente violencia en Haití, según ha informado este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que ha alertado de que esto implica un aumento del 22 por ciento de la cifra de desplazados en tan solo tres meses.
Los datos muestran así el deterioro de la situación y el empeoramiento de la crisis humanitaria, especialmente debido a la violencia de bandas y grupos armados, que han obligado a más de 110.000 personas a desplazarse durante los últimos siete meses, especialmente en Gressier, situada en el distrito de Puerto Príncipe, donde se encuentra la capital.
"El aumento de los desplazamientos muestra la urgente necesidad de poner sobre la mesa una respuesta humanitaria sostenida en el tiempo", ha indicado Grégoire Goodstein, jefe de la OIM en Haití, en un comunicado. "Instamos a la comunidad internacional a mostrar su apoyo al pueblo haitiano desplazado y las comunidades de acogida, que han mostrado una gran resiliencia ante los desafíos existentes", ha sostenido.
La organización, que estima que el 75 por ciento de los desplazados se han trasladado a provincias rurales, ha indicado que el refugio más grande --que da cobijo a un 45 por ciento de los desplazados-- se sitúa en la provincia de Grand Sud.
Puerto Príncipe, que se enfrenta a una situación "precaria e impredecible", acoge a un cuarto de los desplazados a nivel interno, de los cuales muchos de ellos viven en zonas con una alta densidad de población y poco acceso a servicios mínimos y alimentos básicos, según puntualiza la OIM.
"La falta de recursos es inmensa, por lo que la mayoría de familias que acogen a los desplazados se enfrentan a numerosas dificultades, incluidos los cortes de energía y un servicio sanitario sobrepasado", recoge el documento.
Esta situación se vive también en otras provincias más alejadas del foco principal de violencia, donde existe una gran presión y una creciente seguridad alimentaria, además de una escasez de vivienda y atención sanitaria.
Así, la OIM ha afirmado su compromiso a trabajar junto al Gobierno de Haití y sus socios internacionales para "brindar asistencia vital y encontrar soluciones a largo plazo para los desplazados". "Es crucial que continúen los esfuerzos para restablecer la estabilidad y la seguridad en todo el país y aliviar el sufrimiento inmediato de los afectados", ha remachado.