MADRID, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
Se cumplen cinco años de la matanza de Maguindanao, en la que murieron al menos 57 personas, la mayoría de ellas periodistas. A día de hoy, no ha habido condenas contra los responsables.
El 23 de noviembre de 2009, el opositor Esmael Mangudadatu pretendía presentar su candidatura a gobernador de la provincia filipina de Maguindanao, dentro de la Región Autónoma de Mindanao Musulmán. Unos 57 asistentes al acto, entre los que se encontraban su mujer, sus dos hermanas y decenas de periodistas que habían ido a cubrir la noticia, fueron secuestrados y brutalmente asesinados.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) aseguró que la matanza de Maguindanao fue el mayor atentado contra el periodismo en la historia. Según la prensa filipina, cerca de 34 periodistas fueron asesinados.
Cinco años después, los asesinos siguen sueltos. Aunque el presidente de Filipinas, Benigno Aquino, prometió investigar los crímenes, todavía no ha habido ninguna condena. La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que varios testigos de los crímenes fueron sobornados para permanecer en silencio y que las autoridades tienen muy poco interés en juzgar a los responsables.
Varias organizaciones pro Derechos Humanos siguen denunciando que la gran mayoría de los que perpetraron la matanza siguen en libertad. Parte del problema, según recoge la revista 'Time', es que esta zona de Filipinas está controlada por clanes familiares que cuentan con protección legal y con su propia milicia.