PEKÍN, 21 Dic. (Reuters/EP) -
Hace más de un año, un periódico dirigido por el Gobierno advirtió de que la ciudad de Shenzhen, en el sur de China, podría quedarse sin espacio para los residuos tras el auge de la construcción en la zona.
El domingo, una montaña de barro y residuos procedentes de la construcción de edificios y de la nuevas redes de metro, se derrumbó sobre un parque industrial de Shenzhen, enterrando 33 edificios y dejando cerca de 100 personas desaparecidas.
El diario oficial 'Shenzhen Evening Post', publicado por el Gobierno de la ciudad, ha citado a un funcionario que el año pasado ya advirtió de la "extrema dificultad" que había para colocar estos residuos y que era "lo único" que tenía en mente.
"Shenzhen tiene 12 sitios colocar los residuos y solo puede usarlos hasta el próximo año", aseguró el periódico refiriéndose a 2015.
La frecuencia de accidentes industriales en China ha elevado las preocupaciones sobre las medidas de seguridad tras tres décadas con un crecimiento económico vertiginoso.
Las autoridades provinciales han enviado un equipo de investigación a Shenzhen, ha informado el Ministerio de Tierras y Recursos. La cantidad de barro y residuos en el lugar era inmensa y se estaba apilando de forma muy peligrosa, "lo que causó la inestabilidad y el derrumbe sobre los edificios", ha informado el Ministerio.
Un ingeniero de la Agencia estatal de Minerales y Geología de Sichuan, Fan Xiao, ha asegurado que el riesgo de las montañas artificiales es frecuente en todo el país, especialmente desde que China tiene una gran cantidad de desechos procedentes de la industria minera.
"Shenzhen es una ciudad moderna después de todo, últimamente su nivel de gestión es muy alto. Es posible que otras ciudades no hayan llegado a ese nivel. Ahora que Shenzhen tiene este problema, no puedes descartar que otros lugares corran el mismo peligro", ha advertido Fan.
SHENZEN, CIUDAD MODELO
Shenzhen es una ciudad modelo, una ciudad moderna de China. Hace tres décadas, cuando todavía era un pueblo pescador, Pekín lo eligió como punto de referencia para llevar a cabo reformas económicas, y desde ese momento ha experimentado un gran crecimiento.
El vertedero de desechos que se derrumbó en el polígono industrial tenía una vida útil de alrededor de un año y debía haber dejado de funcionar en febrero de 2015, aunque los trabajadores continuaron utilizándolo, según el portal de noticias del Gobierno de Shenzhen.
Varios medios de Shenzhen denunciaron en varias ocasiones durante los últimos años el vertido ilegal de residuos de la construcción por parte de varias compañías debido la saturación de los vertederos legales.
Las compañías comenzaban a estar tan desesperadas que incluso usaban como vertederos viejos estanques que se usaban antiguamente como piscifactorías, aunque preferían usar zonas bajas y laderas de las montañas, según ha informado el diario local 'Shenzhen Special Economic Zone Daily'.
A menudo, se utilizan estos lugares para colocar los residuos a pesar de la oposición de los residentes, han recogido los medios. Las leyes de impacto medioambiental de estos asentamientos se estaban incumpliendo, han asegurado.