TRÍPOLI, 19 Mar. (Reuters/EP) -
Miles de civiles libios se han reunido en torno al Bab al Aziziyah, el palacio que sirve como residencia oficial del líder libio, Muamar Gadafi, para intentar servir como escudos humanos ante cualquier intento de bombardeo por parte de las fuerzas aliadas.
Los concentrados lanzaron fuegos artificiales y dispararon al aire desafiantes portando retratos de Gadafi y corearon consignas a favor del régimen.
"Mi madre y mi padre me han dicho que atacarían el palacio, así que he venido aquí para proteger a nuestro líder", ha declarado un niño de diez años, Mahmud. El régimen ha organizado una visita para los periodistas extranjeros al Bab al Aziziyah, un complejo normalmente vetado, para dar fe del apoyo al régimen.
"Abriremos los desiertos de Libia y dejaremos que los africanos inunden Europa para inmolarse como suicidas (...). Estamos dispuestos a atacar las embajadas en el extranjero", dijo otro de los manifestantes, Mustafa Abdelgadir, un joven de 27 años.
El complejo en el que vive Gadafi incluye instalaciones militares y ya fue bombardeado en 1986 por la aviación estadounidense, entonces bajo mando del presidente Ronald Reagan como represalia por un atentado contra un club nocturno de Berlín frecuentado por militares estadounidenses.
La presencia de la población no ocultaba el fuerte despliegue militar, incluso con armas antiaéreas, en torno al emblemático monumento levantado para conmemorar el bombardeo de 1986 y que consiste en un gran puño dorado alzado impactando cogiendo un caza. Varios de los edificios dañados en el ataque han sido conservados así para recordarlo.
A la concentración ha acudido por sorpresa una de las hijas de Gadafi, Aisha Gadafi, recibida con vítores por la población mientras saludaba desde un vehículo. "Estamos aquí. Estamos dispuestos a morir por nuestro líder", ha declarado Om Abdel Qadir, profesora de árabe. Además, ha asegurado que sus seis hijos se han presentado voluntarios para combatir por Gadafi.
"Hay 5.000 tribeños preparándose para venir a luchar con nuestro líder. Mejor que no intenten atacar nuestro país", dijo Mahmud el Mansuri, un agricultor.