Hospital atacado en Idleb
REUTERS
Actualizado: viernes, 19 agosto 2016 18:50

LONDRES 19 Ago. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

La población civil de Siria se ha negado a que las agencias humanitarias abran nuevos hospitales por miedo a que se conviertan en objetivo de los ataques aéreos, ante los continuos bombardeos sobre centros sanitarios, según ha denunciado la Syrian American Medical Society (SAMS).

Numerosas instalaciones médicas han sido bombardeadas a lo largo de los cinco años de guerra en Siria. Solo en 2015 Médicos Sin Fronteras documentó 63 ataques aéreos contra hospitales que gestiona o apoya en el territorio sirio.

Estas agresiones no solo han dejado a la población civil en zonas de conflicto sin la asistencia sanitaria básica, sino que además le han infundido el miedo a acudir a hospitales y ambulatorios para no verse atrapados bajo los proyectiles.

"Las comunidades incluso se han negado a aceptar nuestros servicios por miedo a que esas zonas sean bombardeadas", ha dicho Mazen Kewara, del SAMS, indicando que este pavor ha frenado ya la construcción de cinco hospitales de campaña en los últimos dos años.

Kewara, director del SAMS para Siria y Turquía, ha contado que, aunque el rechazo suele estar alimentado por los líderes locales, en al menos una ocasión el SAMS no pudo reconstruir un hospital bombardeado por la negativa de una milicia opositora de Alepo.

"Ellos son grupos militares, nosotros somos trabajadores sanitarios, trabajadores humanitarios, y creen que nosotros suponemos un peligro mayor que ellos", ha lamentado Kewara, subrayando que se debe a la impunidad de estos ataques aéreos.

Lejos de disminuir, la campaña de bombardeos sobre hospitales se ha intensificado por la irrupción de la aviación rusa. Según el SAMS, julio ha sido el peor mes para los trabajadores sanitarios en Siria, con un total de 43 ataques, más de uno diario.

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