MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha denunciado el "clima de terror" en el que viven miles de personas con albinismo en Malaui, donde al menos 18 personas han sido asesinadas desde noviembre de 2014 por la falta de pigmentación de su piel, en muchos de estos casos por la vigencia de ritos asociados a la buena suerte.
Amnistía ha publicado este martes el informe 'No somos animales para ser cazados o vendidos: la violencia y la discriminación contra la personas con albinismo en Malaui' para alertar de que, durante los dos últimos años, el número de crímenes contra albinos se ha disparado. Abril de 2016 ha sido el mes más mortífero, con cuatro muertes, entre ellas la de un bebé.
La falta de datos oficiales y el miedo de la población a denunciar estos ataques, en muchos casos por falta de confianza en las autoridades, hace que ni siquiera se disponga de una cifra fiable sobre los casos. La Policía de Malaui tiene registrados 69 ataques desde noviembre de 2014.
Amnistía calcula que, durante ese periodo, han perdido la vida al menos 18 personas con albinismo, pero la cifra "probablemente es mucho mayor". Además, cinco personas que fueron secuestradas siguen desaparecidas.
Uno de los últimos casos es el de Whitney Chilumpha, una niña de menos de dos años que fue raptada en su casa, mientras dormía junto a su madre. Días después, retos de su cráneo, dientes y ropa aparecieron en una colina cercana y cinco personas han sido detenidas, incluido su propio padre.
Una mujer ha reconocido a Amnistía que "la mayoría de las personas que atacan son parientes cercanos", lo que lleva en algunos casos al aislamiento total. "Me encontré con una madre en Chitipa que escondía a sus hijos por miedo. Como resultado, sus hijos no iban a la escuela", ha relatado.
El director de Amnistía Internacional para el sur de África, Deprose Muchena, ha advertido de que "la ola de ataques brutales sin precedentes contra personas con albinismo ha creado un clima de terror para este grupo vulnerable y sus familias, que viven con un miedo constante por sus vidas".
"Mientras crecía creía que no iba a poder hacer nada. Ahora soy muy cuidadoso. No me subo en un ascensor con extraños (...), después de las 17.30 me voy a casa. No me siento seguro", ha explicado una mujer entrevista en el informe.
DINERO
En Malaui viven entre 7.000 y 10.000 personas con albinismo que son, en potencia, objetivo de rituales y contrabando. Un hombre de 37 años ha contado en primera persona este uso mercantilista de los albinos: "Hay gente que me ha dicho en mi cara que me venderían. Una vez alguien me dijo que valía 6 millones de kuachas" (7.500 euros).
Las mujeres con albinismo son conocidas como 'machilitso' (cura) y pueden terminar siendo objetivo de violadores que creen que tener sexo con una albina elimina los restos en sangre de VIH.
Amnistía ha pedido al Gobierno que "deje de enterrar la cabeza en la arena y de simular que este problema se irá sin más", en palabras de Deprose Muchena. En este sentido, ha reclamado "acciones concretas" de forma "urgente" para romper con el "clima de impunidad" que impera en la actualidad.
Esta impunidad ha llevado en ocasiones a que la población local se tome la justicia por su mano. En marzo de este año, una turba ciudadana quemó a siete personas en el distrito de Nsanje --fronterizo con Mozambique-- por su presunta relación con el tráfico de partes de personas con albinismo.