Habrá también elecciones para los órganos legislativos de los estados y los municipios pero no al Parlamento nacional
CARACAS, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Nicolás Maduro y el candidato opositor Henri Falcón han llegado este jueves a un acuerdo de garantías electorales por el cual los comicios presidenciales en Venezuela, previstos inicialmente para el 22 de abril, se celebrarán el 20 de mayo y se harán coincidir con las votaciones para renovar los órganos legislativos de estados y municipios.
El acuerdo, anunciado en rueda de prensa, está firmado por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y las otras nueve formaciones 'chavistas' por las que compite Maduro, por un lado; y por Avanzada Progresista (AP), el Movimiento Al Socialismo (MAS) y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), que apoyan a Falcón, por otro.
Según el texto difundido por la agencia de noticias oficial, AVN, las partes han propuesto celebrar de forma simultánea las presidenciales y las legislativas estatales y locales y han apuntado como fecha aproximada la segunda quincena de mayo. Posteriormente, la jefa del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, ha anunciado que el día elegido es el 20 de ese mes.
Maduro pretendía renovar también el Congreso, que no toca hasta 2021, y la oposición lo había rechazado porque es la única institución que controla. El ministro de Información y Comunicación, Jorge Rodríguez, ha reconocido que "el periodo de la Asamblea Nacional está vigente", si bien ha defendido la necesidad de "revitalizar" el Parlamento, que está paralizado por el veto judicial. "Vayan a trabajar diputados", ha espetado.
Además del cambio de calendario, el acuerdo recoge una serie de garantías entre las que destaca la creación de una misión internacional amplia de acompañamiento electoral". Las partes han decidido que sea el secretario general de la ONU, António Guterres, quien la conforme, aunque no han descartado que haya delegaciones de "otras organizaciones internacionales mutuamente acordadas".
El Gobierno ha reclamado en todo momento la presencia del Caricom y UNASUR, bloques regionales a los que ya ha cursado una invitación, junto a la Unión Africana, mientras que la oposición quiere que haya representación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea.
También han pactado realizar auditorías técnicas a "todos los componentes del sistema electoral y con presencia de la observación internacional". Los estándares serán, como mínimo, los utilizados en las presidenciales de 2012, que enfrentaron a Hugo Chávez y Henrique Capriles, y en las parlamentarias de 2015, en las que la oposición ganó la Asamblea Nacional.
Se han comprometido igualmente a que haya "equidad en el acceso a los medios públicos y privados y a las redes sociales en el desarrollo de la campaña electoral". El Gobierno, en concreto, "evitará" emitir las cadenas nacionales, discursos de obligada transmisión en directo.
Otras garantías son la actualización del registro electoral, tanto de los nacionales en Venezuela como en el exterior, la instalación de los centros de votación en sus lugares originales y la realización de un "sorteo" para designar a los miembros de mesa, de modo que no sean solo integrantes de los partidos políticos.
El acuerdo aún debe ser ratificado por la Asamblea Constituyente y por el CNE para que sea válido. Una vez cumplido este trámite, se constituirá un "grupo de alto nivel", formado por un representante de cada uno de los candidatos y partidos que los apoyan, para "atender los asuntos que se presenten y el buen desarrollo del proceso electoral".
CONDICIONES 'NO NEGOCIABLES'
Este acuerdo recoge algunas de las condiciones "no negociables" que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora-- ha expuesto esta semana en una carta dirigida a Maduro y bajo las cuales ha asegurado que estaría dispuesta a replantearse su participación en las elecciones presidenciales.
Las únicas demandas que quedan fuera se refieren a la renovación del CNE, ya que para la MUD "es un hecho público y notorio (...) la parcialidad del árbitro electoral", y que el CNE permita competir en la urnas a la propia MUD y a sus partidos, ahora inhabilitados por cuestiones burocráticas.
Rodríguez ha instado a la oposición a aprovechar esta nueva oportunidad y sumarse a la carrera por el Palacio de Miraflores. En su opinión, "la única opción que buscan los que no quieren participar en elecciones es la violencia" y, ha advertido, "serán derrotados".
FALCÓN Y LA MUD
Falcón se ha desmarcado de la Mesa de Unidad Democrática, que decidió no participar en las elecciones presidenciales por considerar que no hay garantías suficientes para que los resultados sean creíbles, y el pasado martes se inscribió como candidato en nombre de AP, MÁS y COPEI.
La ruptura se ha hecho aún más evidente en la rueda de prensa de este jueves, donde el secretario general de Avanzada Progresista, Luis Augusto Romero, se ha deslindado completamente de la MUD, a la que ha definido como "un cuerpo colegiado confiscado por una parte". "Hace tiempo que dejó de existir", ha afirmado.
Falcón, ex gobernador de Lara, ha revelado que el acuerdo se gestó durante el fin de semana con contactos bilaterales con el Gobierno al margen de la MUD, los primeros desde que el mes pasado fracasó el diálogo iniciado en diciembre en República Dominicana para pactar las condiciones en las que debían celebrarse estas elecciones.
El plazo para registrar candidaturas expiró el martes pero el CNE accedió el miércoles a prorrogarlo 48 horas hasta este jueves. De momento, solo constan como aspirantes Maduro y Falcón, este último como gran rival opositor; Francisco Osorio y Luis Alejandro Ratti, como independientes; Reinaldo Quijada, por el partido Unidad Política Popular 89 (UPP89); y el pastor evangélico Javier Bertucci, en representación de la plataforma electoral Esperanza por el Cambio.
"PRESIONES"
Rodríguez ha acusado directamente al encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, Todd Robinson, de "presionar" a la MUD para que boicotee esta votación. "A (Henry) Ramos Allup le dijeron que no podía inscribirse. Esa es la verdad", ha dicho, en alusión al dirigente de Acción Democrática (AD), uno de los partidos que forman la coalición.
Romero ha confirmado que "este acuerdo ha sido producto de un proceso rodeado de muchas presiones", entre otros, de "sectores minoritarios" nacionales e internacionales que promueven la abstención, y ha defendido que permitirá a los venezolanos "ejercer el voto y que sea contabilizado".