MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFORS) ha achacado el supuesto ataque químico ejecutado este martes en Idlib, que habría dejado cerca de un centenar de muertos, a la "tibia" respuesta internacional a las acciones del Gobierno sirio durante el conflicto.
"Estos crímenes no habrían ocurrido de nuevo de no haber sido por la tibia respuesta de la comunidad internacional y su fracaso para garantizar la protección de los civiles", ha dicho en un comunicado.
Asimismo, ha advertido de que "un fracaso a la hora de tomar medidas concretas y urgentes será entendido por el régimen de (el presidente sirio, Bashar) Al Assad como una aprobación a sus acciones".
"La inacción no es una opción, ya que significa una participación directa e incluso una responsabilidad directa en estos crímenes", ha indicado la coalición opositora.
Por ello, ha reclamado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que celebre una reunión de emergencia para tratar el ataque y que abra una investigación "inmediata".
"Se deben tomar medidas urgentes para garantizar que los que ordenaron, ejecutaron, apoyaron y participaron en el ataque rinden cuentas bajo el Capítulo VII de la Carta de la ONU", ha remachado.
Por su parte, Basma Kodmani, miembro de la oposición siria, ha destacado que el ataque es "una consecuencia directa" de las últimas declaraciones de altos cargos estadounidenses sobre el futuro de Al Assad.
"La primera reacción de los sirios es que se trata de una consecuencia de las afirmaciones estadounidenses sobre que Al Assad no es una prioridad, dándole tiempo y permitiéndole seguir en el poder", ha argumentado, en declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters.
La embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, dijo la semana pasada que Estados Unidos ya no tiene entre sus "prioridades" expulsar del poder al presidente sirio.
Haley marcó de esta forma distancias con el Gobierno de Barack Obama. "No podemos concentrarnos necesariamente en Al Assad de la forma en que hizo la anterior Administración", argumentó.
Sin embargo, el lunes tildó al mandatario del país árabe de "criminal de guerra", afirmando que "es una disuasión para la paz" y resaltando que no cree que el pueblo sirio quiera a Al Assad como presidente.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores sirio ha negado la implicación del Gobierno en el presunto ataque químico de este martes, afirmando que se trata de "acusaciones inventadas" para entorpecer la "lucha contra el terrorismo" que se libra en el país.
Un portavoz citado por la agencia estatal siria de noticias, SANA, ha negado que las fuerzas leales al régimen hayan utilizado armamento químico en la localidad de Jan Sheijun, controlada por los rebeldes.
"Como es habitual desde hace años, (los aliados de la insurgencia) han difundido acusaciones falsas contra las Fuerzas Armadas", ha lamentado.
Asimismo, ha vinculado las acusaciones con la reunión que albergará mañana Bruselas para hablar precisamente del futuro de Siria y de las necesidades humanitarias. Según Damasco, el objetivo sería "lanzar un ataque contra el país y justificar las resoluciones hostiles que se adoptarán en este encuentro".