SAFER (YEMEN), 14 (Reuters/EP)
La coalición internacional liderada por Arabia Saudí, ha advertido este lunes de que "triunfará" en su lucha contra los huthis en Yemen "sin importar cómo", iniciando así una nueva escalada de tensión, un día después de la ruptura de las conversaciones de paz.
"Triunfaremos sin importar cómo", ha dicho el comandante de la región central de Yemen, el general Abd Rabbu Qassem al Shaddadi, durante una visita guiada a la prensa por la base militar de Safer, en la provincia de Marib.
Interrogado sobre el diálogo con los rebeldes chiíes, Al Shaddadi se ha mostrado "optimista" esperando "llegar a un compromiso antes de que lo que queda de Yemen se destruya", pero ha admitido que no confían en los huthis.
El Gobierno de Abdo Rabbu Mansur Hadi, exiliado en Riad, se retiró el domingo de la mesa de negociaciones "hasta que las milicias golpistas reconozcan la resolución internacional 2216", que reclama el reconocimiento de Hadi como presidente yemení y la retirada de los combatientes huthis.
El enviado especial de la ONU a Yemen, Ismail Ould Cheij Ahmed, ha avanzado este lunes que viajará a Arabia Saudí para reunirse con el Gobierno yemení y convencerle de que se reenganche a las conversaciones de paz. "No hay una solución militar al conflicto", ha asegurado.
PODERÍO ÁRABE
Además, Al Shaddadi ha aprovechado la presencia de los medios de comunicación en Safer para evidenciar el poderío de la coalición internacional, que ya cuenta con efectivos y equipos sobre el terreno, superando con ello la ofensiva aérea inicial.
Los reporteros de la agencia de noticias Reuters han podido ver varios vehículos blindados y al menos 20 helicópteros Apache, además de tropas de los países vecinos, especialmente de Emiratos Árabes Unidos, junto a tribus locales.
El general emiratí Alí Seif al Kabi ha confirmado que su país ha desplegado 4.000 efectivos en Yemen, pero ha negado que Qatar y Egipto tengan tropas en suelo yemení, tal y como ha sostenido la prensa regional.
Al Kabi también ha aprovechado la visita de la prensa para esbozar la estrategia de la coalición árabe, revelando que el objetivo es "hacer dos líneas hacia Saná": una desde la ciudad Adén hasta Taiz y otra desde Marib a Jawf.
El general emiratí ha admitido que la ofensiva se debe en parte a la sed de venganza tras la muerte de 52 soldados emiratíes en el ataque huthi del 4 de septiembre en Marib. "Si has perdido a un soldado, a un amigo, no lo olvidas", ha dicho.
CRISIS YEMENÍ
Arabia Saudí asumió el pasado 25 de marzo el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a otros nueve países de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
El presidente yemení había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.