EL CAIRO/ERBIL, 20 Abr. (Reuters/EP) -
El presidente de la coalición chií que gobierna en Irak, Amar al Hakim, ha indicado este jueves que se opondrán a cualquier intento de los kurdos de celebrar un referéndum de independencia una vez que los terroristas del Estado Islámico hayan sido derrotados.
"Si el referéndum ocurre, será unilateral", ha dicho en una entrevista concedida a Reuters Al Hakim, que lidera la Alianza Nacional, una coalición integrada por los principales partidos chiíes de Irak que incluye a Dawa, la formación política del primer ministro, Haider al Abadi.
Interrogado sobre qué harán si los kurdos siguen adelante con sus ambiciones secesionistas, ha insistido en el "diálogo" porque "las políticas de hechos consumados y redibujar las fronteras con sangre no han tenido éxito en ningún país del mundo y tampoco darán buenos resultados en Irak".
Así, a pesar de que las milicias chiíes más radicales --respaldadas por Irán-- han amenazado con expulsar por la fuerza a los kurdos si autoproclaman su independencia, ha defendido que "usar las armas contra los iraquíes no es una opción" para la Alianza Nacional.
Por su parte, el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Masud Barzani, ha explicado que "el propósito del referéndum es descubrir la opinión de los kurdos y, después, comenzar un diálogo" con las autoridades centrales de Bagdad, no declarar la independencia de forma automática.
La consulta popular se celebraría cuando acabe la guerra contra Estado Islámico en Irak, que representa la otra mitad de su 'califato'. Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por milicias locales y por la coalición internacional que lidera Estados Unidos, luchan por recuperar la parte oeste de Mosul, ya casi bajo su control.
Los kurdos han sido fundamentales en la batalla contra el Estado Islámico en Irak. Ahora que controlan gran parte del territorio que Estado Islámico tomó en 2014, pretenden consolidar su poder con un Estado propio al que tanto Bagdad como los países vecinos se han opuesto tradicionalmente.
Irak cuenta con una mayoría kurda y de árabes suníes en la franja norte que contrasta con el dominio de los chiíes árabes en el sur. El centro, donde se sitúa Bagdad, es una mezcla de pueblos y confesiones que en la última década ha generado violentas tensiones.