SANÁ, 6 Jul. (Reuters/EP) -
La coalición internacional liderada por Arabia Saudí ha atacado la sede del partido político del ex presidente yemení Alí Abdulá Salé, el Congreso General del Pueblo (GPC), en Saná, dejando varias víctimas, según han informado testigos y una fuente del GPC.
Faeqa al Sayed, asesora de la Secretaría General del GPC, ha indicado que el ataque aéreo se produjo a última hora del domingo y que destrozó por completo la sede del partido político en la capital yemení, siendo una de las mayores ofensivas contra Salé.
Además del cuartel general del GPC, los bombardeos árabes han alcanzado la casa de uno de los sobrinos de Salé y otras viviendas pertenecientes a simpatizantes de los huthis ubicadas al sur y al oeste de Saná.
Para al Sayed se trata de un intento de socavar las incipientes conversaciones con Naciones Unidas, cuyo enviado especial, Ismail Ould Cheij Ahmed, ha llegado a Saná para facilitar una nueva tregua humanitaria.
"Esto no nos hará retroceder en nuestros esfuerzos para crear un entorno adecuado para cooperar con Naciones Unidas, ha dicho Al Sayed a través de un comunicado difundido por la página web del GPC.
CRISIS YEMENÍ
Arabia Saudí asumió en marzo el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a otros nueve países de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
El presidente yemení, Abdo Rabbu Mansur Hadi, había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.