MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El temporal de tormentas que sufre Líbano ha provocado un colapso de los sistemas de saneamiento que contribuyen a la eliminación de residuos en los campos de refugiados sirios, hasta el punto de que el agua potable se está mezclando con aguas grises y residuales, con el riesgo que ello conlleva para la salud, ha alertado Acción Contra el Hambre (ACH).
La directora de la ONG en Líbano, Beatriz Navarro, ha señalado que las redes de saneamiento en los asentamientos de refugiados se concibieron en un principio "para plazos cortos", pero lo cierto es que "más de 350.000 personas llevan ya casi ocho años utilizándolas".
"Nuestros equipos están trabajando contra el reloj no solo para la respuesta de emergencia a la ola de frío sino para poner en marcha mejoras en los campamentos capaces de mitigar el impacto de futuras tormentas que posiblemente se produzcan en los próximos dos o tres meses", ha añadido.
Las carpas apenas están distanciadas las unas de las otras y los canales excavados por los refugiados no son lo suficientemente profundos como para desviar el agua y la nieve que han caído en las últimas semanas. Los canales de drenaje ya construidos, además, tienden a llenarse con basura, impidiendo por tanto el paso del agua.
Además, como ha apuntado Marcial Rodríguez, responsable de la base de Zahle, los tanques sépticos también se han desbordado, sobre todo a partir del 17 de enero tras la tormenta 'Miriam', mezclándose con el lodo que inundó las tiendas. "A las familias les ha llevado más de una semana limpiar y hacer posible su regreso a sus viviendas", ha explicado en un comunicado.
Rodríguez ha informado de la distribución de palés para que las familias puedan mantener los colchones secos en un suelo que sigue todavía húmedo.
CONCIENCIACIÓN
La ONG ha iniciado una campaña para concienciar a la infancia de la importancia de una gestión adecuado de desechos y de mantener limpio el entorno para la higiene general. Así, ha distribuido recolectores de basura y bolsas, si bien Beatriz Navarro ha admitido "problemas" cuando "la basura generada es mayor que la frecuencia con la que las municipalidades la recogen".
Los niños, como los ancianos, son un colectivo especialmente vulnerables a enfermedades como gripe, neumonía, fiebre y alergias. "A pesar de los esfuerzos de la gente por mantener una higiene personal mínima y sus tiendas limpias, el barro simplemente no lo permite", ha lamentado Marcial Rodríguez.