Colombia envía expertos a la frontera con Venezuela para investigar el secuestro de campesinos por el ELN

BOGOTÁ 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Colombia ha enviado este miércoles a un grupo de expertos a la frontera con Venezuela para investigar el secuestro de varios campesinos a manos de guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Un agricultor colombiano denunció el martes en la emisora local Kapital Stereo que 11 campesinos que trabajan en el departamento colombiano de Arauca fueron secuestrados en el lado venezolano de la frontera por el ELN.

"Es de conocimiento público en el gremio que son 11 personas privadas de libertad que no son de aquí pero que trabajan acá y que a las familias les exigen mucha plata para poderlos soltar", dijo el hombre, que rehusó revelar su nombre por miedo a represalias.

El campesino explicó que la guerrilla exigía pagar 70.000 pesos (unos 22 euros) por hectárea para poder trabajar, precio que ahora ha ascendido a 300.000 (90 euros) para los araucanos y a 600.000 (180 euros) para los agricultores de otros lugares, según recoge 'El Espectador'.

El gobernador de Aracua, Ricardo Alvarado, ha confirmado que cinco campesinos que fueron a Venezuela a pagar al ELN no han vuelto a Colombia. "Llámese secuestro, llámese pago de vacunas, hay cinco personas que no han regresado al seno de su familia", ha indicado.

En este contexto, la Policía colombiana ha enviado un equipo de investigadores a la frontera para aclarar lo ocurrido. "No tenemos datos concretos pero estamos recopilando todos los datos necesarios para tratar de confirmar o desvirtuar lo sucedido", ha dicho el director del cuerpo de seguridad, Jorge Nieto, de acuerdo con 'El Universal'.

El aumento de la presencia de la Policía colombiana en la frontera podría reavivar las tensiones con el Gobierno de Nicolás Maduro, justo cuando Bogotá y Caracas acaban de llegar a un acuerdo para abrir la linde, un año después de su cierre por un ataque paramilitar.

El ELN y el Gobierno anunciaron el pasado 31 de marzo un acuerdo para iniciar la fase pública de las negociaciones de paz, pero aún no han comenzado porque el Ejecutivo reclama a la guerrilla que renuncie al secuestro y libere a todos los rehenes, entre otras cosas.