El Gobierno venezolano critica la "grosera injerencia" y acusa a Bogotá de actuar "empujada" por Washington
MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
El Gobierno de Colombia ha expresado este martes su "preocupación" por la imposibilidad de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) de Venezuela de inscribir a su candidata para las próximas elecciones presidenciales, asumiendo que esto "podría afectar a la confianza" de la comunidad internacional sobre el proceso en ciernes.
El Ejecutivo de Gustavo Petro ha marcado distancias este martes con el de Nicolás Maduro con un inédito comunicado en el que alude a "los recientes acontecimientos acaecidos con ocasión de la inscripción de algunas candidaturas presidenciales", horas después del cierre del plazo habilitado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano.
Bogotá ha admitido que los "sectores mayoritarios de oposición", donde engloba a la PUD, tuvieron "dificultades" para cubrir el trámite, sin aludir directamente a Corina Yoris, que tras la inhabilitación de María Corina Machado era teóricamente la candidata de los principales partidos opositores para enfrentarse en las urnas con Maduro.
Este hecho, ha advertido el Ministerio de Exteriores colombiano, "podría afectar la confianza de algunos sectores de la comunidad internacional en la transparencia y competitividad del proceso electoral que culminará con las elecciones presidenciales del próximo 28 de julio".
El Gobierno de Colombia ha asegurado que en los últimos tres días ha mantenido "comunicaciones constantes", por canales "formales e informales", con todas las partes venezolanas, tanto con las autoridades chavistas como con la oposición, para tratar de lograr el "cumplimiento irrestricto" del Acuerdo de Barbados, sin señalar quién lo estaría violando.
En su nota, el Ministerio colombiano ha abogado por "un proceso electoral presidencial libre, justo y competitivo en Venezuela, donde se promueva la participación ciudadana a través del voto como mecanismo de expresión democrática", bajo la premisa del "respeto absoluto" a la soberanía y autonomía de las instituciones y el pueblo venezolanos.
El Gobierno de Petro ofrece sus "buenos oficios" para que, "en el caso de ser requeridos", poder seguir con sus contactos diplomáticos "discretos y confidenciales" para concretar la "soluciones democráticas propuestas" en Barbados, un marco en el que Colombia ya actuó "como observador y acompañante".
"GROSERA INJERENCIA", SEGÚN CARACAS
El comunicado de Bogotá no ha gustado en Caracas, desde donde el ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, ha denunciado lo que valora como "un paso en falso" y "un acto de grosera injerencia". Considera que la Administración colombiana actúa "empujada por la necesidad de complacer los designios del Departamento de Estado de Estados Unidos".
"Venezuela ha sido siempre respetuosa de los complejos procesos políticos en Colombia, incluso en momentos de violencia y grandes divisiones", ha esgrimido Gil, en un mensaje publicado en redes sociales y en el que atribuye a Bogotá "juicios falsos".
Esta crítica pública, pese a que según Gil su homólogo cuenta con "información veraz de primera mano" acerca de lo que ocurre al otro lado de la frontera, "no solo es un acto de mala fe, sino que busca minar el proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, políticas y comerciales".
La toma de posesión de Petro en agosto de 2022 marcó un punto de inflexión entre los dos países vecinos, que retomaron relaciones y organizaron todo tipo de gestos para dar cuenta de esta normalización.