MADRID, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un comandante del Ejército sursudanés que desertó el martes junto con más de 200 soldados para unirse al principal grupo rebelde en el país ha hecho este miércoles un llamamiento a la unidad entre la oposición para derrocar al presidente, Salva Kiir.
El teniente coronel Chan Garang, un aliado del antiguo jefe del Ejército Paul Malong, desertó para unirse a los rebeldes que luchan contra Kiir, liderados por el exvicepresidente Riek Machar.
"La unidad de todas las fuerzas es muy importante. Kiir y sus amigos en el Gobierno se aprovechan de las divisiones entre los líderes (opositores) sursudaneses", ha dicho, en declaraciones al diario 'Sudan Tribune'.
"Animamos a todos nuestros hermanos a unirse y coordinar sus esfuerzos para que el Gobierno de Kiir y sus amigos esa desmantelado", ha dicho, recalcando que, de suceder esto, el presidente "no dormirá" en la capital, Yuba.
Asimismo, ha resaltado que sus fuerzas se preparan ya para lanzar ofensivas militares, sin dar más detalles. "Estamos activos. Hemos capturado varios puestos militares cuando abandonamos Yuba, y seguiremos coordinando nuestras operaciones con otros camaradas para poder llevar los combates a Yuba", ha manifestado.
El conflicto que estalló en diciembre de 2013 ha dividido el país en un puzzle de feudos, creando la mayor crisis de refugiados de África en dos décadas y generando una limpieza étnica. Una tercera parte de los 12 millones de habitantes ha tenido que abandonar sus hogares y la mitad depende de la ayuda alimentaria.
Tanto Garang como Malong y Kiir pertenecen a la etnia dinka y cualquier división en las filas de este poderoso grupo podría suponer una amenaza para el presidente. Machar, el principal líder rebelde, pertenece a la etnia nuer.
En mayo, Kiir cesó a Malong, al que investigadores de la ONU han acusado de dirigir a las milicias étnicas responsables de violaciones, torturas y asesinatos de civiles. Malong, que también figura en la lista de sanciones de Estados Unidos, huyó brevemente al norte pero regresó a la capital, donde ha estado bajo arresto domiciliario desde entonces.
Durante el fin de semana, las tropas de Kiir rodearon la residencia de Malong en Yuba e intentaron sin éxito desarmar a sus guardaespaldas, cumpliendo así con la orden dada por el presidente, que también ha prohibido las visitas al general y que pueda abandonar su residencia.
Garang es el primer leal a Malong que se une a los rebeldes. Garang ha dicho que ha desertado por que los aliados de Malong están recibiendo un mal trato, sus hombres no han sido pagados desde hace siete meses y otras tribus están siendo discriminadas.
Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.
A principios de septiembre, el jefe de la Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.
En su informe, recalcó que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.