BEIRUT, 5 Abr. (Reuters/EP) -
Un comandante rebelde sirio ha negado este miércoles la versión rusa de que el gas venenoso que provocó la muerte este martes decenas de personas en Idlib se filtró de un depósito de armas químicas perteneciente a los insurgentes y que fue bombardeado por la aviación siria.
Hasan Haj Ali, comandante del Ejército Libre de Idlib, ha asegurado que ninguna posición militar rebelde fue atacada este martes. "Todo el mundo vio el avión mientras estaba bombardeando con gas", ha sostenido en declaraciones a Reuters desde el noroeste de Siria.
"Del mismo modo, todos los civiles en la zona saben que no hay posiciones militares ahí, o lugares para la fabricación (de armas). Las varias facciones de la oposición no son capaces de producir estas sustancias", ha sostenido, calificando la afirmación rusa de "mentira".
El portavoz del Ministerio de Defensa ruso había indicado previamente que el Ejército sirio bombardeó el martes una fábrica de armas químicas en la localidad de Jan Sheijun, donde cerca de cien personas murieron durante la jornada en un presunto ataque químico.
"Según los sistemas de monitorización aeroespacial de Rusia, ayer, entre las 11.30 y las 12.30 horas (hora local), la aviación siria llevó a cabo un bombardeo en los alrededores de Jan Sheijun contra un almacén de munición de los terroristas", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov.
"Estas instalaciones contenían fábricas para producir proyectiles cargados con agentes tóxicos", ha agregado, según ha informado la agencia rusa de noticias Itar Tass.
Así, ha agregado que "desde este gran arsenal se entregaban armas químicas a milicianos en Irak", subrayando que "su uso por parte de terroristas fue confirmado en numerosas ocasiones por organizaciones internacionales y autoridades oficiales del país".
Konashenkov ha manifestado además que estos proyectiles serían similares a los usados por grupos rebeldes en la localidad de Alepo, apuntando que "los vídeos compartidos en redes sociales muestran que los afectados en Jan Sheijun muestran los mismos síntomas de envenenamiento que las víctimas del ataque del pasado otoño en Alepo".
Por último, ha dicho que Rusia ha entregado la información sobre el incidente a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), tildando de "falsa" la información sobre un ataque químico por parte del Ejército sirio.