BEIRUT 4 Ene. (Reuters/EP) -
Las Fuerzas Democráticas de Siria --una coalición de combatientes kurdos y árabes sirios-- han ganado terreno a Estado Islámico en la provincia de Raqqa, situada en el norte de Siria y considerada como el principal bastión del grupo terrorista en este país.
Esta coalición, apoyada por Estados Unidos, se ha hecho con el control de varias localidades y granjas próximas a la ciudad de Ain Issa, a 50 kilómetros al norte de Raqqa, según ha explicado el portavoz de la alianza militar, Talal Selo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, ha asegurado que la alianza ha tomado el control de seis localidades y granjas. También ha informado de que decenas de combatientes de ambos bandos han muerto en los combates que han tenido lugar en los últimos días. En diciembre de 2015, la coalición le arrebató a Estado Islámico una presa estratégica del río Éufrates, lo que le ha permitido controlar el suministro de agua con destino a la ciudad de Raqqa.
La milicia kurda YPG, que forma parte de esta coalición militar, volvió a hacerse con el control de la ciudad siria de Ain Issa en julio de 2015. Desde la creación de la alianza en octubre, sus combatientes han iniciado varias ofensivas contra Estado Islámico con el objetivo de recuperar la ciudad de Raqqa.
La estrategia de Estados Unidos en Siria en 2015 pasó de entrenar a milicianos rebeldes fuera del país a respaldar a grupos de combatientes liderados por comandantes que cuenten con la aprobación del Ejército norteamericano.