MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Unas 10.000 personas están sufriendo hambrunas y deshidratación en Yarmuk, un campo de refugiados palestinos a las afueras de Damasco donde desde hace días se están produciendo continuos enfrentamientos entre grupos extremistas, según ha informado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA, por sus siglas en inglés).
Ante la situación de extrema inseguridad, la Agencia ha tenido que interrumpir las ayudas humanitarias en Yarmuk. "Hay 10.000 civiles atrapados en sus casas" ha explicado el portavoz de la UNRWA, Chris Gunness. "Los suministros de comida y agua que había se han agotado. Debido a los intensos enfrentamientos, el riesgo de salir herido o morir impide a los civiles de dejar sus casas para buscar comida, agua o tratamientos médicos para sus heridas", ha explicado la Agencia en un comunicado.
La situación es totalmente inestable. "Se están provocando incendios de manera deliberada en las casas y otros edificios a un nivel nunca antes visto. La precaria situación de seguridad también impide a la UNRWA continuar sus acciones humanitarias en el área adyacente de Yalda", explicaba la Agencia en un comunicado.
En dicho comunicado, UNRWA informaba que desde el día 13 de febrero, ha llevado a cabo 21 misiones humanitarias en Yalda, una localidad colindante con Yarmuk, hasta donde los habitantes del campo de refugiados podían ir andando en busca de suministros. "La agencia estará preparada para volver a sus misiones humintarias y ayudar a los civiles en el área de Yarmuk-Yalda tan pronto como la zona sea segura para ello", ha asegurado Chris Gunness a través de su cuenta de Twitter.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con sede en Reino Unido, ha informado de que el campamento de Yarmuk se encuentra ahora bajo control del Estado Islámico.
"Los enfrentamientos están siendo muy intensos y están teniendo lugar en las zonas más pobladas de Yarmuk, con el uso de armas pesadas, explosivos y armamento de efecto indiscrimado", ha señalado UNRWA.