MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Comisión de Derechos Humanos de Filipinas ha anunciado este miércoles la formación de un nuevo equipo para investigar las supuestas ejecuciones extrajudiciales por parte del 'escuadrón de la muerte de Dávao' cuando el actual presidente, Rodrigo Duterte, era alcalde de la ciudad.
Jacqueline de Guia, abogada de la comisión, ha afirmado que el nuevo equipo investigará las pruebas relacionadas con las declaraciones del expolicía Arturo Lascañas, según ha informado la cadena de televisión filipina GMA.
El organismo indicó en una resolución publicada en junio de 2012 que entre 2005 y 2009 "hubo una práctica sistemática de ejecuciones extrajudiciales atribuible a un grupo de 'vigilantes' conocido como el 'escuadrón de la muerte de Dávao'", criticando además a las autoridades por no investigar estos crímenes.
Lascañas aseguró el lunes ante el Senado que mató a cerca de 200 personas cuando era miembro del 'escuadrón de la muerte de Dávao', tras reconocer en febrero que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo asesinatos por orden de Duterte.
En una nueva comparecencia, Lascañas reconoció que mintió en su anterior testimonio ante el organismo, argumentando que lo hizo por temor a represalias.
En febrero, Lascañas dijo que Duterte pagaba a sus miembros entre 20.000 y 100.000 pesos filipinos (entre 375 y 1.870 euros), dependiendo de sus objetivos.
"Todos los asesinatos que cometimos en Dávao, independientemente de si les enterramos o les tiramos al mar --en referencia a los cuerpos--, fueron pagados por el (entonces) alcalde Duterte", dijo.
Las palabras de Lascañas son similares a las de Edgar Matobato, quien en septiembre reconoció que era un asesino a sueldo, agregando que el entonces alcalde dio órdenes para que se llevaran a cabo asesinatos extrajudiciales.
"Nuestro trabajo era matar a delincuentes como camellos, violadores y secuestradores", relató el antiguo sicario, que admitió que mató a más de 50 personas cuando trabajaba para el 'escuadrón de la muerte de Davao'.
Duterte ha negado en reiteradas ocasiones haber estado vinculado con los asesinatos extrajudiciales, tanto en su etapa de primer edil como cuando ha llegado a la Presidencia del país, desde donde ha lanzado una controvertida 'guerra contra las drogas' que ha dejado miles de muertos.
Sin embargo, en diciembre reconoció que él mismo mató a delincuentes mientras era alcalde de Dávao, si bien posteriormente dio marcha atrás en sus declaraciones.
Los grupos defensores de los Derechos Humanos han documentado unas 1.400 muertes por causas sospechosas en Davao desde principios de los años 90 y los detractores de Duterte dicen que los asesinatos extrajudiciales han aumentado desde que el mandatario asumió el cargo, el 30 de junio de 2016.