MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Alto Comité Electoral de Egipto ha cifrado este miércoles en el 29,83 por ciento la participación en la segunda fase de las elecciones parlamentarias, en las que la coalición Por Amor a Egipto habría obtenido una aplastante victoria, según los resultados preliminares.
La comisión indicó tras la primera fase de los comicios, celebrada en octubre, que la participación en la misma había sido del 26,5 por ciento, si bien los medios locales han apuntado que en ambos casos la cifra habría sido significativamente menor.
La citada coalición, considerada cercana al presidente, Abdelfatá al Sisi, había ganado las dos circunscripciones reservadas para listas de partidos: El Cairo y Delta Medio y Sur del Nilo, con 45 escaños, y Delta Este del Nilo, con 15 escaños.
De esta forma, Por Amor a Egipto se habría hecho con los 120 escaños reservados a listas de partidos en las dos fases, consiguiendo cerca del 23 por ciento de los escaños del nuevo Parlamento.
El hecho de que una sola facción política haya monopolizado los 120 escaños reservados a listas de partidos ha provocado críticas entre las formaciones rivales, y la coordinadora de Alianza Republicana, Tahani el Gibali, les ha acusado de recurrir a "métodos poco escrupulosos".
Las elecciones se están celebrando en dos etapas, en función de una división territorial. La primera de ellas tuvo lugar entre el 17 y el 28 de octubre en las provincias de Giza, Fayum, Beni Suef, Minia, Assiut, Nuevo Valle, Sohag, Qena, Luxor, Asuán, Mar Rojo, Alejandría, Beheira y Matruh.
La segunda fase, que se extenderá hasta el 2 de diciembre, se está celebrando en El Cairo, Qalubiya, Dakahlia, Monufiya, Gharbiya, Kafr el Sheij, Sharkia, Damieta, Port Said, Ismailia, Suez, Sinaí Norte y Sinaí Sur.
CANDIDATOS INDEPENDIENTES Y LISTAS
El sistema electoral está compuesto de dos procesos, uno de elección de candidatos individuales y otro de elección de listas presentadas por partidos políticos. De los 568 escaños, 448 corresponderán a candidatos individuales.
Estos candidatos competirán en distritos individuales y de varios miembros. El país se dividirá en 205 distritos que tendrán, uno, dos, tres o cuatro escaños, y los votantes tienen tantos votos como escaños en su distrito.
Un candidato debe obtener una mayoría absoluta para ser electo. Si ninguno lo logra, se celebra una segunda vuelta con los candidatos más votados. En los distritos con un escaño en liza, accederán a la segunda ronda dos candidatos. En el resto, el doble de candidatos que no hayan sido resueltos en la primera vuelta.
Los otros 120 escaños serán elegidos a través de listas en cuatro distritos en los que se dividirá el país, dos con 15 escaños cada uno y otros dos con 45 escaños cada uno. Todos los escaños de cada distrito son otorgados a la lista más votada, siempre y cuando logre mayoría absoluta. De no hacerlo, se recurre a una segunda vuelta.
La legislación contempla la existencia de cuotas en el sistema de listas. En distritos con 15 escaños deberá haber tres cristianos, dos trabajadores o agricultores, dos jóvenes, una persona con discapacidad y un egipcio residiendo en el extranjero. En los distritos con 45 escaños, el triple de las cifras anteriores.
Asimismo, los distritos con 15 y 45 escaños deberán incluir al menos siete y 21 mujeres, respectivamente, independientemente de que representen o no a grupos minoritarios.
LA CÁMARA DE REPRESENTANTES
La Constitución contempla que la Cámara de Representantes tiene autoridad para aprobar legislación y las políticas generales del Estado, así como planes de desarrollo político y social, además de los Presupuestos. Asimismo, supervisa las acciones del Ejecutivo.
El Parlamento estará compuesto por 568 escaños, si bien el presidente tiene autoridad para designar a miembros adicionales, hasta un máximo del cinco por ciento del número de representantes electos en los comicios.
Sin embargo, los críticos aseguran que la Cámara de Representantes será relegada a un organismo encargado de aprobar las órdenes de Al Sisi, así como enmiendas constitucionales destinadas a dar al presidente un mayor control sobre el Parlamento.
De hecho, la ausencia de Hermanos Musulmanes, el partido con más respaldo en el país y vencedor de las elecciones parlamentarias y presidenciales celebradas tras la caída de Hosni Mubarak en 2011, impactará en la competitividad del proceso.
Asimismo, el bajo perfil de los movimientos revolucionarios, afectados por las detenciones y las divisiones sobre el golpe de Al Sisi --algunos respaldan el fin a la deriva islamista y otros critican que el Ejército secuestrara el segundo movimiento popular-- simplifica el mapa político.