NAIROBI, 10 Ago. (Reuters/EP) -
El presidente de la Comisión Electoral de Kenia, Wafula Chebutaki, ha confirmado este jueves que hubo un intento de ciberataque contra el sistema de voto en los comicios presidenciales del pasado martes, pero ha subrayado que no logró su objetivo, descartando así que los resultados oficiales, que dan otro mandato a Uhuru Kenyatta, fueran manipulados.
"Se intentó 'hackear' pero no tuvo éxito", ha dicho Chebukati en declaraciones a los medios de comunicación, sin dar más detalles.
El miembro de la Comisión Electoral Ezra Chiloba negó el miércoles que se hubiera producido un ataque informático y, en cualquier caso, indicó que la transmisión de datos discurre por una vía diferente a la supuestamente atacada.
La Comisión Electoral se comprometió a investigar las denuncias del líder opositor Raila Odinga, según las cuales la institución keniana sufrió un ciberataque que permitió "manipular" las elecciones presidenciales. "Algunas personas han hecho un audaz intento de anular el poder de los kenianos para elegir a sus líderes", dijo en una rueda de prensa.
El candidato opositor explicó que el ataque electoral comenzó con la muerte de Chris Msando, un trabajador del departamento informático de la Comisión Electoral que fue asesinado apenas una semana antes de los comicios presidenciales. De acuerdo con el líder opositor, el objetivo de este crimen era hacerse con sus claves de acceso.
Gracias a la información que manejaba Msando, los 'cerebros' de este ciberataque habrían conseguido entrar en el sistema informático de la Comisión Electoral e introducir un algoritmo para generar una brecha de once puntos entre Kenyatta y Odinga. "Con eso se aseguraron de que los votos registrados no se reflejarían", lamentó.
En consecuencia, rechazó los resultados oficiales y la validez de las votaciones del 8 de agosto y, en un paso más, Odinga exigió el cese de Kenyatta. Ya lo hizo en las elecciones anteriores, celebradas en 2013, por un supuesto fraude electoral, si bien finalmente la Justicia desestimó su denuncia.
Según el último boletín de la Comisión Electoral, con el 97 por ciento del escrutinio completado, Kenyatta sigue a la cabeza, con un 54,3 por ciento de los votos, frente al 44,8 por ciento que adjudica a Odinga. En cambio, los datos difundidos por el disidente keniano en Twitter le conceden un millón de votos más que al presidente.
OBSERVADORES ELECTORALES
La misión de observación electoral de la Unión Europea ha destacado que los comicios han tenido lugar de forma "ordenada y tranquila" pero ha pedido que tenga lugar un "escrutinio serio" sobre las denuncias de manipulación por parte de la coalición opositora.
John Kerry, ex secretario de Estado que ha observado las elecciones kenianas en nombre del Centro Carter, ha subrayado la fiabilidad del sistema de voto en la nación africana y ha instado a esperar en tranquilidad los resultados definitivos.
Por su parte, Thabo Mbeki, ex presidente sudafricano a cargo de la misión de la Unión Africana, ha respaldado los resultados oficiales. "Sería lamentable que alguien pretendiera corromperlos", ha considerado.
DISTURBIOS
La tensión desatada por las denuncias de fraude electoral provocó el miércoles una serie de disturbios en Nairobi y otras ciudades que se saldaron con cinco muertos.
Los altercados se han repetido este jueves en Nairobi, de acuerdo con residentes locales, pero la mayoría de la capital keniana y el resto del país permanecen en calma.
Esta situación hace temer una ola de violencia como la que se desató tras las elecciones presidenciales de 2007, cuando Odinga perdió frente al entonces dirigente, Mwai Kibak. En solo dos meses, más de mil personas murieron y 600.000 tuvieron que abandonar sus hogares.