RANGÚN 14 Dic. (Reuters/EP) -
Una comisión de investigación establecida por el Gobierno birmano ha asegurado este miércoles que las fuerzas de seguridad están "cumpliendo con la ley" en el estado de Rajine y que no se están cometiendo abusos contra la minoría rohingya en la región, después de que el Gobierno birmano fuera acusado por Naciones Unidas de estar llevando a cabo una "limpieza étnica".
La Premio Nobel de la Paz y líder en la sombra del Gobierno birmano, Aung Suu Kyi, ordenó la creación de la comisión debido a la gran cantidad de críticas y acusaciones que su Ejecutivo recibió por la situación de la minoría musulmana rohingya.
De acuerdo con la comunidad humanitaria internacional, las fuerzas de seguridad birmanas desplegadas en el estado de Rajine han matado y violado a cientos de civiles, han quemado cientos de viviendas en el área y han impedido de forma voluntaria la entrada de ayuda humanitaria en la región.
"Las autoridades del Gobierno han actuado conforme a la ley en su respuesta contra los atacantes", ha declarado la comisión, formada por 13 miembros, en un comunicado.
La decisión preliminar que ha comunicado este miércoles la comisión --que está liderada por el vicepresidente birmano, Myint Swe, un general y un miembro de la Junta militar que gobernaba el país anteriormente-- ha puesto en duda su legitimidad e independencia. No obstante, no será hasta el próximo 31 de enero cuando la comisión hará pública su decisión final.
Este martes, la comisión volvió de un viaje de tres días a Mungdaw, donde al menos 86 personas han perdido la vida por la violencia en la región desde el pasado 9 de octubre. La ofensiva militar en la localidad, que se llevó a cabo tras el ataque a un puesto de control fronterizo en el que perdieron la vida 9 militares, ha provocado el desplazamiento interno de más de 27.000 musulmanes rohingya en cuestión de semanas.
Los miembros de la comunidad rohingya, que suponen la mayor parte de la población en Maungdaw, no pueden solicitar la ciudadanía birmana, sufren importantes restricciones de desplazamiento y tienen un acceso extremadamente limitado a la sanidad y a la educación.
Nayib Razak, primer ministro de Malasia, ha acusado a Birmania de cometer un genocidio contra la comunidad rohingya, que al igual que la mayoría de la población malasia, profesa la fe musulmana.
Los miembros de la comisión visitaron los lugares donde se han producido varios ataques por parte de grupos armados rohingya en la zona. Se estima que más de 17 miembros de las fuerzas de seguridad murieron como consecuencia de estos ataques iniciales y en los posteriores enfrentamientos.
También acudieron a varios poblados rohingya, donde sólo han escuchado los testimonios de soldados del Ejército birmano alegando que no han cometido ningún tipo de abuso. "Los militares entrevistados han asegurado que no han violado a ninguna mujer, y que las historias que aparecen en los medios son inventadas", ha explicado la comisión en el comunicado.
Según el documento, cuya veracidad no puede ser comprobada ya que la región está totalmente bloqueada y ningún medio ni organismo internacional puede acceder a ella, los residentes rohingya han dicho a los miembros de la comisión que "han recibido mucha ayuda humanitaria".
El informe de la comisión contrasta mucho con los datos publicados por Naciones Unidas este martes, que alega que la ayuda humanitaria que la comunidad internacional ha enviado para asistir a 150.000 personas en la zona sólo ha llegado a unas 20.000.