MADRID, 12 Oct. (EDIZIONES) -
Aviones estadounidenses bombardearon la madrugada del 3 de octubre el hospital que Médicos Sin Fronteras tiene en la ciudad afgana de Kunduz. Un total de 22 personas, entre personal sanitario y pacientes, murieron abrasadas. Barack Obama ha pedido perdón por este "error", pero MSF, decidido a no dejar estos hechos en la impunidad, ha reclamado activar la Comisión Internacional Humanitaria.
¿HAY PRECEDENTE?
La Comisión Internacional Humanitaria no se ha usado nunca desde que fue constituida, en 1991, más de una década después de que fuera diseñada en el Protocolo I de las Convenciones de Ginebra, que regulan el Derecho Humanitario.
Según los expertos, la razón de que no haya asumido hasta ahora la tarea que le encomiendan estos tratados internacionales es que la Comisión carece de iniciativa para investigar por sí misma las violaciones del Derecho Humanitario.
¿CÓMO SE ACTIVA?
Al menos un Estado parte de las Convenciones de Ginebra debe invocar a la Comisión para que investigue hechos concretos que podrían considerarse una infracción de los textos.
La petición debe venir de un Estado parte pero la investigación puede dirigirse contra otro Estado parte, en cuyo caso está obligado a asentir a las pesquisas, o contra un tercer país, que puede aceptar o rechazar las averiguaciones.
Actualmente solo 76 países han reconocido la competencia de la Comisión. Ni Estados Unidos ni Afganistán lo han hecho, de modo que para que el bombardeo en Kunduz pueda investigarse en la Comisión deben estar de acuerdo.
El hecho de que las Convenciones de Ginebra hayan dejado la iniciativa a los estados ha frustrado el objetivo de la Comisión porque los países son reticentes a formular denuncias contra otros --a no ser que se vean directa y gravemente afectados-- para evitar ser señalados en un futuro.
Esta limitación queda patente en la exigencia --expresamente recogida en el artículo 90 del Protocolo I-- de que todas las partes en conflicto y las partes interesadas den su consentimiento a la Comisión para que comience las pesquisas.
¿DE QUÉ SE ENCARGA?
La Comisión se ocupa exclusivamente de "investigar cualquier hecho que haya sido alegado como infracción grave o como violación grave" de dichos tratados internacionales.
Su misión es simplemente establecer la verdad de lo ocurrido en torno a hechos controvertidos entre estados miembro y "facilitar mediante sus buenos oficios el retorno a una actitud de respeto" al Derecho Humanitario.
"Es un cuerpo imparcial que no tiene agencia política. No está vinculado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con sus poderes ejecutivos, ni al Tribunal Penal Internacional, con sus poderes jurisdiccionales", explica su presidenta, Gisela Perren Klingler.
¿QUIÉNES LA FORMAN?
La Comisión está formada por 15 personas propuestas por los estados parte y elegidos por estos mismos en una votación secreta teniendo en cuenta que debe haber "una representación geográfica equitativa" de todos los continentes.
Los comisarios deben ser personas "de alta reputación moral y de reconocida imparcialidad": diplomáticos, académicos, médicos, jueces e incluso miembros de las Fuerzas Armadas.
Los miembros de la Comisión actuarán "a título personal", nunca como emisarios de sus países de origen o de los estados que les propusieron para el cargo, por un periodo máximo de cinco años.
¿CÓMO FUNCIONA?
La investigación recae en una Sala formada por siete personas que no sean nacionales de las partes implicadas en el caso: cinco miembros de la Comisión serán nombrados por el presidente de la misma y dos miembros 'ad hoc' designados por las partes (uno cada una).
La Sala, una vez constituida, "invitará a las partes en conflicto a comparecer y a presentar pruebas" y "procurará obtener las demás pruebas que estime convenientes", incluso desplazándose hasta el lugar de los hechos.
En el caso de que la Sala no pudiera conseguir pruebas suficientes para llegar a "conclusiones objetivas e imparciales", la Comisión dará a conocer las razones de tal imposibilidad.
La Comisión presentará a las partes "un informe acerca de las conclusiones a que haya llegado la Sala sobre los hechos, acompañado de las recomendaciones que considere oportunas".
Los trabajos y las conclusiones de la Sala serán secretos, a menos que las partes accedan a hacerlos públicos.
¿CÓMO SE FINANCIA?
Los "gastos administrativos" de la Comisión, con sede en la ciudad suiza de Berna, corren por cuenta de los 76 países que hasta la fecha han reconocido la competencia de la misma.
El Estado que pida la investigación deberá adelantar los fondos, que después serán reembolsados por la parte denunciada hasta en un 50 por ciento.