El ex primer ministro insiste en que creía que las fiestas "eran legales" y tacha de "farsa" el informe
MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La comisión parlamentaria que ha examinado las versiones del ex primer ministro Boris Johnson sobre las fiestas organizadas en Downing Street en plena pandemia ha concluido que el antiguo líder 'tory' mintió en varias ocasiones y a sabiendas ante la Cámara de los Comunes.
El Comité de Privilegios abrió en junio de 2022 su propia investigación sobre un escándalo conocido como 'Partygate' y que ya había derivado en reprimendas tanto de la Policía como de un informe independiente encargado por el Gobierno, en virtud del cual quedó claro que Johnson y su equipo habían incumplido la normativa en vigor.
Esta nueva auditoría se ha centrado específicamente en las versiones ofrecidos por Johnson ante el Parlamento, para determinar si engañó a los diputados, aunque fuese de forma inconsciente. La comisión, encabezada por la laborista Harriet Harman, ha concluido no sólo que no dijo la verdad sino que lo hizo de forma deliberada, algo que siempre había negado el propio Johnson, según la BBC.
"Engañó a la Cámara en un asunto de la máxima importancia para la Cámara y para la población y lo hizo de forma reiterada", reza el texto, en el que se detalla incluso que este nivel de manipulación no tiene precedentes para un jefe de Gobierno en ejercicio.
El informe también plantea que el antiguo dirigente conservador sea apartado de la Cámara de los Comunes durante tres meses --dos miembros del comité incluso solicitaron su expulsión definitiva--, aunque las conclusiones llegan ya días después de que el ex primer ministro dimitiese como diputado, paso que dio al recibir los primeros borradores. Se pide además que no pueda acceder en el futuro a la sede legislativa, derecho que tienen los diputados ya retirados.
"ES MENTIRA", RESPONDE JOHNSON
En su salida, Johnson cargó duramente contra el comité, tachándolo de parcial y denunciando que sólo quería expulsarlo de la Cámara de los Comunes. Ahora, el grupo encabezado por Harman determina que incurrió en "intimidación" en sus esfuerzos por defenderse: "Este ataque contra un comité que asienta su jurisdicción en una Cámara elegida de manera democrática equivale a un ataque contra las instituciones democráticas".
Sin embargo, el ex 'premier' ha insistido en sus críticas tras la publicación del informe, cargando tanto contra el fondo como contra la forma de lo que considera "un tribunal amañado". "Es mentira que engañase a la Cámara", ha afirmado, en un comunicado en el que ha apuntado que "ni por un minuto" pensó que se le pudiese reprobar su conducta basándose "en los hechos", informa Sky News.
En este sentido, ha recalcado que "creía" que las fiestas "eran legales" y ha extendido la responsabilidad, señalando que "todos" los miembros de su equipo pensaban igual. Insiste incluso en que poner bebidas a disposición de los asistentes era "razonablemente necesario con fines laborales", como gesto para quienes estaban "luchando a contrarreloj" contra la pandemia de COVID-19.
Johnson ve igualmente "ridículo" que la comisión pueda considerar que "algunas personas estaban demasiado asustadas como para mencionar sus dudas a sus superiores". "¿Seguro? Estaban Simon Case demasiado asustado para trasladarme sus dudas? ¿Lo estaban Sue Gray o Rishi Sunak?", ha planteado, en una alusión directa al actual inquilino de Downing Street.
"Este informe es una farsa. Me equivoqué al creer en el comité y en su buena fe", ha afirmado Johnson, que en "un día terrible para los diputados y para la democracia". "Corresponde a las personas de este país decidir quién se sienta en el Parlamento, no a Harriet Harman", ha remachado.
EL SILENCIO DE SUNAK
La Cámara de los Comunes votará el informe el próximo lunes, cuando se verá hasta qué punto Johnson sigue gozando del beneplácito de quienes han sido sus compañeros durante años. Sunak, entretanto, guarda silencio, después de desmarcarse en los últimos meses de uno de sus predecesores más polémicos.
Downing Street se ha limitado a dejar el proceso en manos del poder legislativo, mientras que el primer ministro ha esquivado las preguntas de la prensa en un acto público este jueves por la mañana. El 'premier' ha justificado su silencio en que no había leído el documento, aunque los medios británicos dan ya por hecho que tampoco se pronunciará 'a posteriori'.