MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
La comisión de investigación de la ONU para Burundi ha denunciado este martes la existencia de una "campaña de intimidación" de cara al referéndum constitucional previsto para mayo de este año.
La consulta podría permitir al presidente del país, Pierre Nkurunziza, volver a presentarse a las elecciones, a pesar de encontrarse ya cumpliendo un controvertido tercer mandato.
El referéndum constitucional incluye el aumento de años del mandato presidencial de cinco a siete, limitando a dos el número de mandatos. Sin embargo, las enmiendas no afectarían a Nkurunziza, quien lleva en el poder desde 2005 y quien podría volver a presentarse a las elecciones.
Asimismo, contempla la reintroducción del cargo de primer ministro y la reducción de dos a uno del número de vicepresidentes.
Françoise Hampson, miembro de la comisión, ha destacado que el organismo "ha recibido muchas informaciones y ha recabado declaraciones sobre la existencia de acoso y violencia por parte de agentes del Estado o miembros de las juventudes del partido en el poder --los Imbonerakure-- contra personas susceptibles de voter o negarse a unirse a las listas electorales de cara al referéndum".
Las personas entrevistadas por la comisión han relatado que la falta de pruebas de su registro en estas listas les impiden acceder a diferentes servicios, entre ellos los de sanidad.
Asimsimo, ha desvelado que se han registrado casos de arrestos, desapariciones y ejecuciones sumarias de miembros de partidos de la oposición, principalmente de las Fuerzas Nacionales de Liberación-Rwasa (FNL-R).
Por su parte, el presidente de la comisión, Doudou Diène, ha resaltado que la situación política, económica, social, de seguridad y de Derechos Humanos no ha mejorado en el país.
El país africano está envuelto en una crisis política desde que Nkurunziza decidiera en 2015 presentarse a un controvertido tercer mandato, algo que la oposición criticó como inconstitucional.
La oposición aseguró que su reelección violaba los términos del acuerdo de paz que se firmó en 2005 tras doce años de guerra civil. Este acuerdo de paz incluía reformas en el Ejército, que fue absorbido por los rebeldes, de mayoría hutu, y que había sido dirigido por la minoría tutsi.
El Gobierno insiste en que no hay preferencias étnicas, pero sus oponentes aseguran que los distritos de Buyumbura en donde viven la mayoría de los tutsi, que también han sido un semillero de protestas contra Nkurunziza, han sido objetivos de varios ataques.
Las autoridades burundesas han acusado en reiteradas ocasiones en los últimos meses a la ONU de tomar partido y denunciar de forma interesada los supuestos abusos cometidos por el partido gobernante y las fuerzas de seguridad.
Desde 2015, más de 400.000 refugiados y solicitantes de asilo han abandonado el país huyendo del conflicto, los abusos de los Derechos Humanos y el deterioro de la situación humanitaria.
NKURUNZIZA ES NOMBRADO "VISIONARIO"
Durante la jornada de este mismo martes, el partido de Nkurunziza, el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia-Fuerzas para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD), ha indicado que ha nombrado al mandatario como "visionario".
Así, ha rechazado las informaciones sobre el nombramiento del presidente como "guía supremo eterno" del partido, achacando lo ocurrido a "una mala traducción", según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
Nkurunziza, que ya era "presidente del Consejo de Sabios de la formación, ha recibido el último título durante un acto del partido celebrado durante el fin de semana, tal y como ha recogido la emisora Radio France Internationale.
El secretario general del CNDD-FDD, Evariste Ndayishimiye, indicó el lunes que el mandatario "es un padre para todos". "Nadie se puede comprar con su excelencia, el presidente Nkurunziza, en el seno del partido", agregó.
Asimismo, pidió a todos los miembros del partido que "respeten" a Nkurunziza argumentando que "una casa sin el hombre (en referencia al presidente) puede ser ignorada por todos". "Tenemos al mejor", remachó.