MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Comité Contra la Tortura de la ONU ha calificado a Resistencia Juvenil Cochala y a Resistencia Juvenil Cruceñista como grupos "paramilitares" que actuaron con financiación y cooperación de las fuerzas de seguridad durante la crisis política de 2019 que culminó con la salida del poder del presidente Evo Morales.
Estos grupos utilizaban bazucas caseras y palos como armas "justificando su acción en defensa de la democracia para apoyar en barrios a los opositores de Evo Morales durante paros y bloqueos", ha indicado el presidente del Comité contra la Tortura de la ONU, Claude Heller, citado por el diario boliviano 'Página Siete'.
"Estos grupos paramilitares" estuvieron financiados "por grupos denominados pititas" y además contaban con la cooperación de las fuerzas de seguridad, según un informe publicado por el Ministerio de Justicia boliviano.
El documento recoge el caso de 28 personas arrestadas en la ciudad de El Alto, sometidas a diversos tipos de torturas e incluso abusos sexuales. "Fueron sometidas a torturas y otras formas de malos tratos, incluyendo amenazas de muerte, electrocuciones, asfixia con golpes de plástico, golpes, privación de alimentos y agua, abusos sexuales y simulaciones de ejecuciones", ha apuntado Heller.
El comité está compuesto por diez expertos independientes que supervisan la aplicación de la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
El informe señala además que los tipos penales de sedición y terrorismo en la legislación boliviana son "vagos y abstractos" en referencia a la detención de la expresidenta Jeanine Añez.