GINEBRA, 26 Jul. (Reuters/EP) -
El Comité Internacional de Cruz Roja (CICR) ha urgido a las potencias occidentales a poner fin a dos años de conflicto en Yemen, que ha dejado al país en ruinas y ha provocado una epidemia de cólera que en apenas un año ha registrado 360.000 enfermos, la peor cifra recogida nunca en un país.
El sistema de salud de Yemen está destruido, los trabajadores médicos no reciben su sueldo desde hace 10 meses, la basura se acumula en las calles y los hospitales, suministros de agua e infraestructuras básicas han sido bombardeadas y destruidas, en una guerra que ya se ha cobrado la vida de más de 10.000 personas y ha forzado el desplazamiento de tres millones.
"Esperamos definitivamente que los países occidentales comprendan la profundidad de la crisis, el riesgo que corre la estabilidad internacional y en la región", ha alertado el presidente del CICR, Peter Maurer, en declaraciones a la prensa desde Saná.
"He venido aquí para instar a la comunidad internacional a que tome medidas y aumente su respuesta a este brote, que es, seamos muy claros, un brote causado por el hombre, en gran parte consecuencia de la guerra y la destrucción de los servicios públicos", ha aseverado Maurer.
Organizaciones de ayuda humanitaria piden encontrar soluciones para pagar los salarios de los funcionarios y abrir el puerto de Hodeidah y el aeropuerto de Saná, controlados por los rebeldes huthis, para permitir el acceso de suministros y medicamentos.
La epidemia de cólera que estalló en abril ha infectado a 360.000 personas y pese a que parece perder fuerza, se teme que la época de lluvias reavive su propagación por las paupérrimas condiciones del acceso al agua y saneamiento.
Maurer ha señalado a la coalición de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y a los distintos bandos yemeníes como "actores fundamentales para encontrar soluciones" a la crisis.
"También espero que los países fuera de la región utilicen su influencia para empujar a las partes a un compromiso, a encontrar soluciones", ha agregado.