MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
Ahmad al Faqi al Mahdi, acusado de crímenes de guerra por la destrucción en la ciudad maliense de Tombuctú, ha comparecido este miércoles ante la Cámara de Antejuicio del Tribunal Penal Internacional (TPI), en La Haya.
Al Mahdi se ha presentado ante el juez italiano Cuno Tarfusser acompañado por su abogado, Mohamed Aouini, para ser informado de los cargos formulados en su contra y de sus derechos y determinar la lengua en la que desarrollará el proceso, en este caso el árabe.
"Mi nombre es Al Mahdi, soy de una tribu tuareg y tengo 40 años. Me gradué en un instituto de Tombuctú y he sido funcionario en el Departamento de Educación desde 2011", ha dicho Al Mahdi, según ha informado la agencia de noticias Reuters.
Tarfusser ha fijado para el 18 de enero la llamada audiencia de ratificación de cargos, en la que se determinará si hay evidencias suficientes contra Al Mahdi para que el proceso judicial siga adelante.
PRIMER ACUSADO
La Fiscalía del TPI emitió el 18 de septiembre una orden de detención contra Al Mahdi por crímenes de guerra basándose en su presunta participación en los ataques perpetrados contra templos religiosos y monumentos en la ciudad de Tombuctú.
Los hechos ocurrieron entre el 30 de junio y el 10 de julio de 2012, periodo durante el cual Tombuctú, así como el resto del Azawad, estuvo en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Andar Dine, grupo armado tuareg al que pertenece el acusado.
"Se cree que estuvo al frente de la Hesbá, una brigada yihadista (responsable de la destrucción en Tombuctú) y que trabajó con los tribunales islámicos" creados en la ciudad maliense con el ascenso de los extremistas al poder.
La fiscal jefe del TPI, Fatou Bensouda, ha considerado que se trata de "un paso importante en la lucha contra la impunidad, no solo en Malí sino también en el resto del Sahel, cuyas poblaciones han sido víctimas de crímenes despreciables en los últimos años".
Ello es así porque es el primer caso que llega al TPI sobre la situación en Malí y, además, las acusaciones se basan en crímenes poco conocidos que, sin embargo, recaen en la jurisdicción definida por el Estatuto de Roma.
"El pueblo maliense merece justicia por los ataques contra sus comunidades y sus creencias. No os llevéis a error: los cargos presentados contra Al Mahdi son graves porque suponen un cruel asalto a la dignidad e identidad de poblaciones enteras", ha explicado Bensouda.