BONN (ALEMANIA), 8 (Reuters/EP)
El G-7 ha acordado en la cumbre celebrada en Alemania proporcionar ayudas para los colectivos más afectadas por el cambio climático y apoyar el desarrollo de sistemas de alerta, aunque no ha expresado compromisos concretos para incrementar la ayuda hasta 2020. En particular, el G-7 ha expresado su voluntad de que los 400 millones de personas más vulnerables, tengan seguros que les protejan de las consecuencias del cambio climático para 2020.
"Estamos dispuestos a comprometernos activamente en las negociaciones de las provisiones económicas de lo que se acuerde en París", señala la declaración final de la cumbre, en referencia a la cumbre climática de la ONU prevista para diciembre en París en la que debería alcanzarse un nuevo acuerdo global para combatir el cambio climático.
"Vamos a continuar con nuestros esfuerzos para proporcionar y movilizar más ayudas de fuentes públicas y privadas y vamos a demostrar que nosotros y otros estamos en camino de cumplir el objetivo de los 100.000 millones de dólares", añade el texto, en referencia al compromiso anunciado en 2009 de aportar esta cifra al año para 2020 en ayudas para los países más pobres afectados por las consecuencias del cambio climático.
Ahora mismo, la cantidad real aportada ronda los 30.000 millones de dólares al año, por lo que la canciller alemana, Angela Merkel, pidió el mes pasado un calendario concreto para aportar los 70.000 millones que faltan. Entonces, Merkel dijo que la cumbre del G-7 daría una "señal importante" en ese sentido.
El resultado de la cumbre del G-7 ha sido ya criticado por organizaciones como Oxfam, que reprocha a estas siete economías aportan en estos momentos apenas el 2 por ciento de lo que necesitarían los países pobres para adaptarse al cambio climático.
El documento del G-7 promete además acelerar el acceso a las energías renovables en África y el resto de países en desarrollo con la intención de reducir la pobreza energética, pero el texto hace un énfasis particular en la necesidad de implicar al sector privado, una postura interpretada como un intento de proteger las arcas de los Estados.
Por último, el acuerdo del G-7 incluye un compromiso de reducir el uso de combustibles fósiles y de apoyar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2050. Sin embargo, organizaciones ecologistas denuncian la lentitud de esta "desfosilización". "Aplazar la reacción tendrá consecuencias devastadoras para la vida de millones de personas del mundo en vías de desarrollo", ha argumentado un responsable de Amigos de La Tierra, Asad Rehman.