MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
Naciones Unidas y los países afectados han lamentado la cancelación del histórico encuentro entre el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente estadounidense, Donald Trump, porque supone un duro revés a la eventual reactivación de las negociaciones internacionales para desnuclearizar la península coreana.
"Estoy profundamente preocupado", ha declarado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, desde la Universidad de Ginebra, citado por Reuters. Ha pedido a las partes "nervios de acero para que alguien pueda poner en marcha un proceso de diálogo capaz de alcanzar el objetivo compartido de la desnuclearización pacífica de la península coreana".
Por su parte, el presidente surcoreano, Moon Jae In, ha urgido a Kim y a Trump a hablar directamente para resolver sus diferencias. "La desnuclearización de la península coreana y el establecimiento de una paz permanente son tareas históricas que no pueden abandonarse o retrasarse", ha subrayado tras una reunión de urgencia con su Gabinete, según informa la agencia de noticias Yonhap.
El Gobierno de Theresa May también ha expresado su "decepción" por la cancelación de este cara a cara. "Necesitamos ver un acuerdo para una desnuclearización verificable e irreversible de la península coreana y seguiremos trabajando con nuestros aliados para este fin", ha afirmado una portavoz de Downing Street, de acuerdo con la agencia de noticias británica.
Se esperaba que la cita del 12 de junio en Singapur sirviera para reanudar las conversaciones a seis bandas sobre desnuclearización, que se suspendieron en 2008 por las pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos por parte de Corea del Norte. La desnuclearización es vista además como el primer paso hacia un acuerdo de paz intercoreano, ya que Pyongyang y Seúl siguen técnicamente en guerra (1950-1953), debido a que solo firmaron un armisticio.
La reunión entre Kim y Trump se gestó gracias a un acercamiento entre las dos Coreas, tras años de escalada de tensión por los test norcoreanos, propiciado por los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en febrero en la localidad surcoreana de PyeongChang. Como colofón, Kim y Moon se entrevistaron en la zona desmilitarizada de Panmunjom el pasado 27 de abril.
En plena distensión, Seúl y Washington retomaron las maniobras militares conjuntas y Pyongyang respondió suspendiendo de nuevo los contactos norte-sur. Desde entonces, ha cobrado fuerza la posibilidad de que el encuentro entre Kim y Trump no se produjera y finalmente el presidente estadounidense lo ha confirmado este jueves en una carta formal enviada al líder norcoreano.
"La tremenda ira y la abierta hostilidad" demostrada por Kim en sus últimas declaraciones hacen que sea "inapropiado" seguir adelante con la reunión, argumenta Trump, aunque esto vaya "en detrimento del mundo". Además, ha anticipado una respuesta hostil de Corea del Norte: "Hablas de vuestra capacidad nuclear, pero la nuestra es tan masiva y potente que rezo a Dios para no tener que usarla nunca".
Pese a ello, el magnate neoyorquino no ha rechazado de plano verse en un futuro con Kim e incluso le ha instado a "llamar o escribir" si "cambia de idea" sobre la celebración de dicho encuentro.