MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El aumento de la violencia en Sudán del Sur y el consecuente desplazamiento de miles de ciudadanos ha provocado que las comunidades de acogida en los países vecinos se vean "desbordadas" a la hora de ofrecer refugio y comida a todos los afectados, según ha denunciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La agencia de la ONU ha señalado que al menos 6.000 personas han llegado esta semana a la localidad de Lamwo, en el norte de Uganda, desde la provincia sursudanesa de Ecuatoria Oriental, donde se ha producido un aumento de los enfrentamientos entre las fuerzas progubernamentales y los seguidores del líder rebelde, Riek Machar.
La ONU ha alertado de que el número de desplazados podría aumentar debido a los ataques registrados recientemente en las localidades de Magwi, Oboo y Pajok, que se encuentra a unos 15 kilómetros de la frontera con Uganda.
La agencia de la ONU ha descrito el ataque por parte del Ejército de Sudán del Sur en Pajok como "terrible". "Los testigos han visto cómo mataban a sus seres queridos a corta distancia. Muchos han sido detenidos y golpeados, incluso los niños. Las familias han huido en diferentes direcciones", ha afirmado la portavoz de ACNUR, Babar Baloch.
"Los ancianos que no pudieron huir murieron tras ser disparados", ha añadido. La ONU, que ha indicado que varias viviendas han sido destruidas, estima que muchas personas continúan escondidas en la zona, donde las principales vías de acceso se encuentran bloqueadas por grupos armados.
Los miembros de ACNUR en el norte de Uganda han puesto en marcha una serie de medidas para ayudar a las mujeres, los niños y los ancianos, así como las personas con discapacidad, que necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir.
El pasado 7 de julio se reanudaron los enfrentamientos entre las fuerzas leales al presidente sursudanés, Salva Kiir, y los seguidores del antiguo líder rebelde, Riek Machar, tras un año de tensiones para implementar un acuerdo de paz con el objetivo de poner fin a la lucha sectaria que comenzó en 2013.
Uganda ha acogido hasta la fecha a más de 830.000 refugiados provenientes de Sudán del Sur. Sin embargo, las autoridades del país han denunciado que la falta de fondos podría poner en peligro la situación de los desplazados por la violencia.