MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), Leonidas Iza, ha recalcado que la movilización que empieza este lunes es "nacional e indefinida" y no busca el diálogo con el Ejecutivo ecuatoriano, mientras que el presidente, Guillermo Lasso, dice que las protestas buscan "desestabilizar" el país.
Iza ha dicho que quieren el cumplimiento de diez puntos por los cuales se movilizarán, entre los que se encuentran la reducción de los precios del diésel, así como una moratoria de deudas por un tiempo menor a un año, según ha recogido el diario 'El Comercio'.
"No es una movilización para que los dirigentes vayan a una mesa (de diálogo). La CONAIE ha hecho conocer cuáles son sus diez pedidos", ha indicado, puntualizando que las protestas están concentradas en distintos territorios, aunque se espera que puedan llegar a Quito, tal y como ha informado el diario 'El Universo'.
Por su parte, el presidente del país, Guillermo Lasso, ha compartido en su perfil oficial de Twitter un discurso en el que ha hecho un llamamiento a los manifestantes, "grupos políticos que buscan desestabilizar" al país, para que desactiven las movilizaciones.
"Todos nos hacemos daño con una protesta violenta", ha sentenciado el mandatario ecuatoriano, agregando que "se pone en riesgo la vida de los ecuatorianos" por la paralización del transporte, especialmente de las carreteras.
Lasso ha indicado que, en el marco de la pandemia, cuando el país está en la senda de la recuperación, la nación no puede permitirse unas protestas que interrumpen los servicios públicos. De esta manera, ha apuntado que es necesario estar unidos para luchar contra "la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado".
Los indígenas y sus aliados protestan por el elevado precio de los productos de primera necesidad, de la precariedad de los hospitales públicos, de que no se atiende a los agricultores, de la política neoliberal de Lasso o de la privatización de empresas públicas.
De hecho, en la víspera de este lunes, ya se han registrado pequeñas concentraciones en distintas carreteras del país --en concreto en Guayas--. En concreto, el Ministerio del Interior ecuatoriano ha previsto paros en localidades como Imbabura, Tungurahua, Cotopaxi, Azuay, Cañar y el distrito Metropolitano de Quito.
Iza visitó este fin de semana varias de las comunidades de la Sierra, Costa y Amazonía difundiendo el mensaje de que el Gobierno del presidente, Guillermo Lasso, ha incumplido diez propuestas y debe "entender" que hay que hacer cambios y atender a los sectores sociales.
El objetivo es un levantamiento indígena similar al de 1990, que se iniciará en los territorios y se ejecutará con el cierre de carreteras, con concentraciones en las gobernaciones y manifestaciones en las calles de las diferentes ciudades.
Los convocantes aseguraron este fin de semana que la protesta no terminará con un diálogo con el Gobierno porque en el primer año de mandato de Lasso ya le plantearon seis demandas, luego siete y hasta llegar a diez sin que ninguna haya sido atendida.
Apoyan la protesta la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía (CONFENAIE), la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (FENOCIN), el Consejo de Pueblos, Organizaciones Indígenas Evangélicos del Ecuador (FEINE) y la Unión Nacional de Educadores (UNE).