MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal de Irak ha condenado este jueves a diez años de cárcel al propietario de una sala de fiestas en la que murieron más de 130 personas a causa de un incendio desatado por el uso de fuegos artificiales durante la celebración de una boda en septiembre de 2023.
Así, un tribunal de Nínive ha indicado que el hombre, dueño de la Sala Al Haizam, situada en la localidad de Al Hamdaniya, ha sido sentenciado a una "pena de prisión de diez años", según ha recogido la agencia iraquí de noticias INA.
Asimismo, ha afirmado que los denunciantes "pueden reservarse el derecho a reclamar compensaciones ante los tribunales civiles" por el incendio, que dejó además cientos de heridos.
La Defensa Civil de Irak explicó tras el incendio que la sala "estaba cubierta de paneles altamente inflamables que violan las ordenanzas de seguridad" y confirmó que las llamas provocaron el derrumbe de partes de la sala por el uso de materiales "de bajo coste".