YAKARTA, 24 Ene. (Reuters/EP) -
El activista indonesio Heri Budiawan ha sido sentenciado a diez meses de prisión por una ley anticomunista, ha confirmado su abogado este miércoles tras ser acusado de promover la ideología de extrema izquierda por haber mostrado la hoz y el martillo durante una protesta contra una compañía dedicada a la minería de oro.
Es la primera vez que se encarcela a alguien por dicha ley desde la caída del autócrata anticomunista Hajji Suharto hace dos décadas. El abogado de Budiawan, Abdul Wachid Habibullah, ha dicho que no hay ninguna prueba de que su cliente haya infligido la ley. "Protestar es un derecho constitucional y la decisión del juez amenaza la democracia", ha declarado Habibullah. El abogado todavía no ha decidido si apelar la decisión o no. La máxima pena es de 12 años de prisión.
Los activistas de Derechos Humanos han advertido de que la sentencia de Budiawan revitalizaría el uso indebido de las leyes anticomunistas que datan del régimen del Nuevo Orden de Suharto. "La condena proporciona un pretexto legal para que se use el comunismo por políticos para acrecentar su legitimidad utilizando como cabeza de turco a minorías o acusados por comunismo", ha prevenido Usman Hamid, director de Amnistía Internacional Indonesia.
DESCONFIANZA DE LOS COMUNISTAS
Muchos indonesios conservan cierta suspicacia con respecto al Partido Comunista y a su ideología, aunque la formación haya estado prohibida desde 1965 y hay poco que lleve a pensar que sus simpatizantes sigan activos.
Indonesia tuvo el segundo partido comunista más grande después del chino. Se realizó una purga de sospechosos de ser miembros del Partido Comunista y de sus simpatizantes en 1965, tras la toma de poder del general Suharto y del Ejército después de que se produjera un golpe de Estado comunista fallido. Según los historiadores, alrededor de medio millón de personas fueron asesinadas y un millón encarcelada.
El año pasado, un encuentro entre activistas de Derechos Humanos y de víctimas de la purga de 1965 fue cancelado después de que islamistas y nacionalistas provocaran disturbios en el lugar en el que se iba a celebrar.