PEKÍN, 22 Ene. (Reuters/EP) -
Un tribunal chino ha condenado a Zhang Haitao, un activista defensor de los Derechos Humanos, a 19 años de cárcel por cargos contra la seguridad del Estado, entre ellos ofrecer información al extranjero.
Zhang, que vivía en la región de Xinjiang y es el autor de varios artículos online muy críticos con el Partido Comunista chino, ha sido encarcelado por subversión contra el poder estatal y entrega ilegal de información al extranjero, ha informado su abogado, Li Dunyong.
Según ha explicado Li, aceptar entrevistas telefónicas de periodistas extranjeros podría servir como pruebas para el segundo cargo. "La sentencia es muy dura, pero es algo normal en esa región del país", ha añadido. Por el momento, el tribunal no ha hecho ningún comentario sobre la sentencia.
AUMENTO DE LA REPRESIÓN
Li Xin, otro activista, lleva desaparecido diez días después de que dejara Tailandia para viajar a Laos con la esperanza de regresar a Tailandia y solicitar asilo político, según ha informado su mujer, Shi Sanmei.
Li, que había trabajado en el 'Southern Metropolis Daily', un diario semi independiente, llegó a Tailandia desde India el 1 de enero, una vez allí tomó un tren en la ciudad fronteriza de Nong Khai para intentar entrar en Laos, ha explicado Shi.
"Cuando oí que había desaparecido me quedé en shock", ha dicho un activista amigo de Li establecido en Tailandia. "Creo que está en peligro y probablemente esté arrestado", ha añadido.
Según ha informado Shi, la Policía tailandesa ha rechazado aceptar la denuncia de desaparición de su marido y le ha dicho que contacte con la Embajada china.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, ha asegurado que "no sabe nada" sobre la desaparición de Li o su "situación", mientras que el portavoz de la Policía tailandesa, Dechnarong Sutticharnbancha, también ha negado tener información sobre el caso de Li.
La preocupación pública ha aumentado en Hong Kong en las últimas semanas desde que se detuvo a Gui Minhai, un vendedor de libros de la ciudad, en la ciudad costera tailandesa de Pattaya. Gui, que trabajaba para una editorial especializada en publicar libros sobre cotilleos de los líderes del Partido Comunista chino, desapareció con otros cuatro trabajadores de la empresa.
Por otro lado, el 4 de enero la Policía china detuvo a Peter Dahlin, un sueco de 35 años y cofundador de la ONG Grupo de Trabajo de Acción Urgente sobre China, y le acusaron de actuar contra la seguridad nacional del país.
Tanto Gui como Peter Dahlin han aparecido esta semana en la televisión estatal china confesando sus crímenes. Las confesiones han desatado las críticas de los Gobiernos de Occidente y grupos de Derechos Humanos que denuncian que se les ha obligado a confesar.
La ministra de Exteriores sueca, Margot Wallstrom, ha mostrado su enfado por la aparición de Dahlin y Gui en la televisión. "Es un comportamiento inaceptable y estamos usando todos nuestros contactos diplomáticos para intentar conseguir la mayor cantidad de información posible", ha asegurado a la agencia de noticias sueca TT.
Por otro lado, el Departamento de Estado de Estados Unidos también ha expresado su preocupación por las confesiones "forzadas". Respecto a estas críticas, Hong ha señalado que "los países extranjeros no tienen ningún derecho a interferir en asuntos relevantes".