COLOMBO, 6 Jun. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Maldivas ha condenado a diez años de cárcel al exvicepresidente Ahmed Adeeb por cargos de terrorismo, según ha comunicado este lunes su abogado, Moosa Siraj, tras un juicio a puerta cerrada que ha sido denunciado por la oposición por sus "deficiencias".
Adeeb, de 24 años, visto como el sucesor del presidente Abdulá Yameen, fue detenido y acusado por posesión de armas de fuego el pasado 24 de octubre tras producirse una investigación por la explosión de una lancha de Yameen. Posteriormente fue destituído por el Parlamento el 5 de noviembre por su presunta participación en la explosión y este domingo ha sido condenado.
Siraj ha señalado que la sentencia está basada en las declaraciones de tres testigos que han señalado que Adeeb tenía en su posesión dos armas de fuego. "No ha sido un juicio justo, Adeeb no ha tenido la oportunidad de hablar y explicar su versión", ha afirmado el abogado.
La recién formada Oposición Unida de Maldivas ha señalado que el juicio ha sido "deficiente". "Es profundamente injusto que una sentencia se base completamente en los rumores, sin el más mínimo indicio de prueba requerida para probar la culpabilidad", ha explicado el portavoz de la oposición a Reuters, Ahmed Mahloof, a través de un mensaje de texto.
El ex vicepresidente ha sido condenado una semana después de que el expresidente del país, Mohamed Nasheed, ahora exiliado en Reino Unido, formase el grupo de Oposición Unida contra Yameen.
Nasheed fue condenado a trece años de prisión también por cargos terroristas después de un juicio en 2015 que fue ampliamente denunciado por su motivación política. Se le concedió el permiso para viajar a Reino Unido para recibir un tratamiento médico y el mes pasado consiguió la condición de refugiados por parte de las autoridades británicas.
La campaña llevada a cabo contra el disenso político ha anulado la popular imagen que Maldivas, una cadena de islas con una población de 400.000 habitantes, tenía de "paraíso vacacional", algo que se ha enfatizado con la presencia de jóvenes radicalizados que son reclutados para unirse a la lucha del Estado Islámico en Oriente Próximo.