Condenado a dos años de prisión un líder de los 'camisas rojas' de Tailandia por un discurso de 2010

MADRID, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo de Tailandia ha condenado este martes al alto cargo de los 'camisas rojas' Yotwarit Chuklom a dos años de prisión --sin suspensión-- por lo que ha considerado un delito de lesa majestad, una medida que existe en la Legislación tailandesa y que prevé penas de hasta 15 años de prisión por difamación a los miembros de la Casa Real.

Chuklom, también conocido como 'Jeng Dokjik', ha recibido esta sentencia por pronunciar un discurso en una de las multitudinarias protestas de 2010 que el tribunal ha considerado que "hiere los sentimientos de los miembros de la institución real", según ha informado el diario tailandés 'The Nation'.

La corte ha señalado que sus declaraciones iban en contra del asesor real Prem Tinsulanonda, quien fue primer ministro y que ejerció como regente del país tras la muerte del monarca Bhumibol Adulyadej el pasado mes de octubre y antes de la coronación del actual rey, Maha Vajiralongkorn.

El Supremo ha subrayado que incluso ha mostrado "compasión" al condenarlo a dos años y no a tres, como se esperaba, después de que el propio Chuklom reconociera su delito. Ni éste ni su abogado se han manifestado tras conocerse la sentencia y 'Jeng Dokjik' ha sido trasladado de forma inmediata a prisión.

En diciembre, Chuklom ya fue condenado a un mes de prisión suspendida y multado a pagar 4.000 baht (algo más de 100 euros) por no declarar sus bienes e impuestos tras dejar el cargo como asesor del viceministro de Agricultura en 2013.

En los años 2009 y 2010 se llevaron a cabo una serie de protestas a favor del primer ministro Thaksin Shinawatra, que fue destituido en 2006 por un golpe de Estado.

Las manifestaciones fueron lideradas por el movimiento Frente Unido Nacional por la Democracia contra la Dictadura (UDD), que organizó mítines en 2014 cuando su hermana, la primera ministra Yingluck Shinawatra, fue derrocada en un golpe de Estado.

Tailandia se ha mantenido dividida desde el derrocamiento de Thaksin en 2006 entre partidarios y opositores del primer ministro que compiten por el poder en las urnas y en las calles, a veces de forma violenta.