La Justicia peruana apuesta por lograr la extradición desde España de un segundo acusado
MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Justicia de Perú ha condenado a 18 años de prisión a Alberto Rivero Valdeavellano, un antiguo efectivo del Ejército peruano, por la desaparición, asesinato y tortura del periodista radiofónico Jaime Ayala Sulca en 1984 después de que hubiera denunciado la matanza de seis miembros de la iglesia evangélica presbiteriana en Callqui, Ayacucho.
El Instituto de Defensa Legal ha informado de que el juicio oral comenzó en marzo contra Rivero y un segundo acusado, Augusto Gabilondo García del Barco, también militar de la Marina y jefe de la base de Huanta que, según la resolución judicial, "deberá ser extraditado de España".
Si bien la información sobre Rivero ha sido difundida públicamente por la Justicia peruana, los detalles sobre el fallo contra Gabilondo --contra el que ha emitido una orden de detención nacional e internacional por su vinculación con la desaparición de más de 60 personas-- no han trascendido de momento, según informaciones del diario 'Perú 21'.
La Comisión de la Verdad y Reconciliación determinó que Ayala fue víctima de violaciones como desaparición forzada, tortura, tratos crueles, inhumanos o degradantes y ejecución arbitraria por parte de integrantes de la Marina de Guerra en el cuartel ubicado en el Estadio Municipal de Huanta, hasta donde se había desplazado para presentar una denuncia.
La Cuarta Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria, presidida por la jueza Miluska Cano, también ha hallado culpable a Rivero --actualmente retirado-- de ser autor del asesinato de más de 25 comuneros de Culluchaca y Huanta en 1984 en el marco de la lucha contra la guerrilla maoísta peruana de Sendero Luminoso. Así, tendrá que pagar indemnizaciones a las víctimas por un importe de 100.000 soles (unos 24.000 euros).
El caso se remonta a 1984, cuando el periodista de 22 años de Radio Huanta 2000, fundador de la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) y corresponsal de 'La República', desapareció en una base militar peruana tras denunciar la masacre de Callqui a manos del Ejército. Sus restos nunca han sido encontrados.
"Jaime Ayala habría tenido un altercado con un Policía y este lo acusó de terrorista ante el comando político militar. Luego de unos días, hubo una intervención en la casa de su madre y el periodista se dirigió al cuartel de la Marina para denunciar el hecho. Después de eso no se le volvió a ver", ha indicado el Instituto de Defensa Legal.