Condenan a un hombre a cuatro años de cárcel por intentar secuestrar a la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer

MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Kaleb Franks, uno de los seis acusados por el intento de secuestro en 2020 de la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, ha sido sentenciado por ello a cuatro años de cárcel, siendo así la segunda persona condenada por estos hechos.

Franks, de 28 años, se declaró en agosto culpable de conspirar para secuestrar en febrero de 2020 a Whitmer. Su cooperación con los fiscales facilitó la acusación posterior de los considerados cabecillas de esta trama, Adam Fox y Barry Croft Jr.

Aquella delación de Franks, según recalcaron los fiscales, evidenció que las intenciones de Croft y Fox iban más allá del secuestro y que tenían como objetivo asesinar Whitmer y con ello "desencadenar una guerra civil", recuerda la NBC.

El abogado de Franks, Scott Graham, ha apelado a la cooperación de su cliente, así como a su trágica situación familiar --la muerte de su hermanastro, la de su segunda padrastro y su madre--, y su "menor participación" en todos estos hechos para lograr una reducción de la pena. "Desgraciadamente, siguió a las personas equivocadas. Él no les guió ni planeó nada", ha justificado.

Los seis acusados formaban parte de una milicia que se autodenominaba Wolverine Watchmen. Cuatro de ellos se declararon culpables o bien fueron condenados. Los otros dos, Daniel Harris y Brandon Caserta, fueron absueltos.

Además de Franks, también ha sido declarado culpable y condenado a dos años y medio de cárcel Ty Garbin, quien gracias a su cooperación con la Fiscalía vio reducida en tres años y medio una primera sentencia de agosto de 2021.

A la espera de condena se encuentran los considerados cabecillas del grupo. Se espera que Foz reciba su castigo el próximo 12 de diciembre, mientras que el de Croft está previsto que se conozca el 28 de ese mismo mes.

El caso se remonta a principios de 2020, cuando el veterano del Ejército Dan Chappel se unió a este grupo, pero quedó alarmado por las intenciones del resto, quienes hablaban incluso de matar a varios policías. Desde aquello, se convirtió en informante del FBI y fue un testigo clave en el juicio contra ellos.