La confidente de Park en el centro del escándalo defiende su inocencia a gritos

SEÚL, 25 Ene. (Reuters/EP) -

La mujer en el centro del escándalo de corrupción que ha provocado que la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye, sea apartada del cargo por el Parlamento ha defendido a gritos este miércoles su inocencia, denunciando que le han obligado a confesar y que ha acudido forzada para ser interrogada.

Choi Soon Sil, que ha sido imputada por inmiscuirse en asuntos de estado a través de su amistad con Park, ha protestado a gritos ante la oficial del fiscal especial, antes de ser introducida en el ascensor por los agentes.

Choi ha sido trasladada a la oficina del fiscal especial en virtud de una orden de arresto, tras negarse a contestar a varias citaciones. "Estoy siendo obligada a confesar haber cometido delitos junto con la presidenta", ha gritado a los periodistas. "No me merezco ser tratada así, ni mi hija y mi nieto", ha añadido, mientras los guardias la empujaban dentro del ascensor.

La oficina del fiscal especial ha rechazado sus protestas. "Independientemente de sus afirmaciones sin fundamento, el fiscal especial llevará a cabo una investigación exhaustiva conforme a la ley y los principios", ha señalado su portavoz, Lee Kyu Chul, añadiendo que Choi estaba tratando de desacreditar la investigación.

En el marco de su investigación, los fiscales están analizando el patrocinio por parte del grupo Samsung de una carrera ecuestre a la hija de Choi, Chung Yoo Ra, de 20 años, quien fue detenida en Dinamarca por orden de las autoridades surcoreanas. Chung ha sido acusada de interferencia criminal en relación con su historial académico y otros cargos no especificados.

Park fue sometida a un juicio político por el Parlamento el pasado diciembre después de las acusaciones de que junto con Choi presionó a grandes empresas, incluida Samsung, para que donaran a dos fundaciones establecidas para apoyar las iniciativas políticas de la presidenta.

Park, de 64 años, sigue en el cargo pero ha sido privada de sus poderes a la espera de que se resuelva su caso, actualmente en manos del Tribunal Constitucional.