MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El Mecanismo Residual para los Tribunales Penales Internacionales (IRMCT) ha confirmado la muerte de Phénéas Munyarugarama, uno de los principales fugitivos imputados por su papel en el genocidio en Ruanda en 1994, una semana después de que se confirmara la muerte de Protais Mpiranya, jefe de la Guardia Presidencial ruandesa.
"La Fiscalía del IRMCT confirma el fallecimiento de Phénéas Munyarugarama, uno de los prófugos restantes acusados por el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) y figura notable del Genocidio de 1994 contra los tutsis en Ruanda", ha declarado este miércoles el organismo en un comunicado.
Así, ha precisado que "junto con la confirmación de la muerte de Protais Mpiranya el pasado jueves, ahora solo quedan cuatro fugitivos pendientes bajo la jurisdicción del TPIR: Fulgence Kayishema, Charles Sikubwabo, Charles Ryandikayo y Aloys Ndimbati".
El fiscal jefe del IRMCT, Serge Brammertz, ha destacado que haber logrado confirmar la muerte de otro fugitivo "es un paso importante en los esfuerzos de la Fiscalía por garantizar la justicia para las víctimas del genocidio de 1994 contra los tutsis en Ruanda".
"Para las víctimas y los supervivientes de los crímenes de Munyarugarama en la región de Bugesera, esperamos que este resultado suponga un cierre", ha explicado, agregando que su principal prioridad ahora es Fulgence Kayishema, a quien "han localizado anteriormente en Sudáfrica".
Brammertz ha asegurado que su oficina "está ahora plenamente centrada en la búsqueda de los cuatro últimos prófugos que siguen en libertad", y ha dado las gracias a "las autoridades de Bélgica y Ruanda, cuya ayuda ha contribuido de manera significativa a esta investigación".
Munyarugarama, teniente coronel de las Fuerzas Armadas Ruandesas (FAR), fue acusado por primera vez por el TPIR en 2002 por los crímenes que cometió como comandante del campamento militar de Gako, en la región de Bugesera, prefectura de Kigali-rural, en 1994.
El fugitivo fue acusado de un total de ocho cargos, entre ellos genocidio, incitación directa y pública a cometer genocidio y crímenes de lesa humanidad. El tribunal consideraba, además, a Munyarugarama responsable de asesinatos en masa, ataques y violencia sexual contra civiles tutsis.
Así, explica que en junio de 1994, Munyarugarama y su familia huyeron de Ruanda a Zaire, y pronto se unió a las fuerzas militares de las ex-FAR que se reagrupaban en ese país para seguir luchando contra el Gobierno ruandés incluso después del genocidio.
Alrededor de 800.000 ruandeses, la inmensa mayoría de ellos tutsis y hutus moderados, fueron asesinados por extremistas hutu durante cerca de tres meses en 1994. A día de hoy todavía se están descubriendo fosas comunes, especialmente desde que los condenados que han cumplido sus penas han aportado información sobre el lugar en el que enterraron o abandonaron a sus víctimas.
Las FDLR, integradas por hutus --muchos de ellos participantes en el genocidio--, fueron creadas en el año 2000 y operan principalmente en el este de República Democrática del Congo (RDC), donde han estado detrás de cientos de ataques contra civiles y miembros de las fuerzas de seguridad.